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La Guardia Civil desmantela un foco de venta de droga dirigido por un clan familiar

La Guardia Civil desmantela un foco de venta de droga dirigido por un clan familiar
  • Contaban con varios inmuebles y dirigían a los compradores a uno u otro para intentar despistar a los agentes de la Guardia Civil

  • Uno de los pisos que habían ocupado, no estaba habitado por ningún miembro de la banda para no despertar sospechas, y era utilizado como almacén

  • En una de las viviendas se incautó un bolígrafo-pistola capaz de disparar munición del calibre 22 y una defensa eléctrica que se podía ocultar fácilmente en una mano

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La Guardia Civil desmantela un foco de venta de droga dirigido por un clan familiar - (foto 2)
La Guardia Civil desmantela un foco de venta de droga dirigido por un clan familiar - (foto 3)

La Guardia Civil ha detenido en San Vicente a un clan de seis miembros, tres hombres y tres mujeres, todos españoles, de entre 23 y 47 años, por los presuntos delitos de tráfico de drogas, pertenencia a asociación ilícita, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas. Se han efectuado tres registros en viviendas donde se han incautado 4 kilogramos de hachís, 100 gramos de marihuana, 2 armas prohibidas, 1 vehículo, 5 teléfonos móviles y 1.748 euros en efectivo.

A finales del año 2016, la Guardia Civil de San Vicente del Raspeig puso su atención en las inmediaciones del parque Juan XXIII de esa localidad. Se habían incrementado las actas por tenencia y consumo de estupefacientes en ese punto. Además, los vecinos de esa zona denunciaron el trasiego de gente que no dudaba en tocar al timbre equivocado para buscar una dosis a altas horas de la madrugada.

Los agentes iniciaron una vigilancia discreta centralizada en un edificio en particular, en cuya entrada observaron intercambios continuos de droga, y daba igual que el consumidor fuera mayor o menor de edad.

Sin embargo, la regularidad en las ventas e intercambios se tornó bastante variable, y había ocasiones en las que apenas aparecía alguien por ese edificio. A mitad de operación, descubrieron que los presuntos traficantes de droga formaban parte de la misma familia, y disponían de varios inmuebles en la zona, entre los que distribuían los puntos de venta con el objetivo de despistar a la Guardia Civil.

Estaban estructuralmente organizados y, mientras unos se hacían cargo de vender la droga en los inmuebles, otro deambulaba por la zona, vigilando, y si detectaba a una patrulla cerca, desviaba a los clientes hasta otra casa un par de manzanas más alejada.

Una vez que los investigadores identificaron a todos los miembros, y localizaron todos los inmuebles donde se vendía la droga, procedieron a la entrada y registro de las viviendas, estando dos de ellas ocupadas ilegalmente.

En una vivienda se encontró la llave de un piso okupa. Allí no vivía nadie de este clan, sólo se utilizaba como almacén de la droga. Pensaron que si la droga se encontraba en una casa deshabitada, no la podrían relacionar con ellos.

 

No era droga todo lo que había en la casa

Mientras realizaban el registro en busca de droga en otra vivienda, la Guardia Civil encontró munición del calibre 22, con alguna de las puntas de bala abiertas con la pretensión de que al dispararlas hicieran más daño, y un bolígrafo modificado, con la capacidad de disparar munición de ese calibre.

No sólo eso, los agentes también encontraron una pequeña linterna de mano que había sido modificada. Bajo esa apariencia de linterna se escondía una defensa eléctrica de fácil camuflaje que lanzaba descargas eléctricas muy potentes al accionar el botón.

Además de las dos armas, también fueron 4 kilogramos de hachís, 100 gramos de marihuana, 1.748 euros en efectivo, 5 teléfonos móviles y 1 vehículo.

Los 6 miembros de este clan familiar, tres mujeres y tres hombres, todos españoles de entre 23 y 47 años, han sido detenidos como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas, pertenencia a grupo criminal, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas. Tras pasar a disposición judicial, dos de ellos, un matrimonio de 47 y 43 años, han ingresado en prisión, y los otros cuatro han quedado en libertad con cargos.

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