San Vicente inicia el reparto de 200 unidades de feromonas y la instalación de 100 nuevas trampas para combatir la procesionaria
La Concejalía de Parques y Jardines distribuye gratuitamente las feromonas a los propietarios de pinos que se encuentran situados en el término municipal
El Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig ha iniciado la distribución de un total de 200 unidades de feromonas entre los particulares que lo soliciten con el objetivo de combatir la plaga de la procesionaria que afecta a las pinadas del término municipal. Además, los operarios del área de Parques y Jardines tienen previsto instalar un centenar de nuevas trampas en espacios públicos.
El Consistorio ha comenzado a distribuir gratuitamente estas feromonas que se introducen en el interior de las trampas y permiten luchar de una forma eficaz contra la procesionaria. En total se repartirán 200 unidades entre los vecinos que cuenten con pinadas en el término municipal de San Vicente del Raspeig, quienes deben dirigirse a la Concejalía de Parques y Jardines, situada en la tercera planta del Ayuntamiento, en la Plaza de la Comunitat Valenciana.
El concejal del área, Francisco Javier Cerdá, ha explicado que “el servicio de Parques y Jardines realiza sistemáticamente tratamientos preventivos en las áreas municipales afectadas por la procesionaria mediante la fumigación con productos biológicos como jabón potásico, dado que las directivas europeas ya prohíben el uso de fitosanitarios, a lo que se suma la colocación de trampas en pinadas distribuidas por todo el municipio para combatir la plaga”.
Las trampas instaladas en las zonas de pinada tienen un radio de acción de una hectárea y van cargadas con una cápsula de polietileno con feromona sexual, una sustancia emitida por las hembras que induce un comportamiento de atracción y de cópula de los machos. De esta manera se captura el mayor número de machos y se reduce la cifra de hembras fecundadas, manteniendo niveles bajos de población.
Las trampas han de colocarse unos días antes del periodo de vuelo, que empieza en agosto. Se deben colocar suspendidas sobre una rama de árbol a unos 1.80 o 2 metros del suelo, cuyo periodo de eficacia es de unos 60 días. Una vez finalizado el periodo de vuelo, las trampas se retiran y se separa la bolsa del dispensador para ser utilizadas nuevamente al año siguiente.
Francisco Cerdá ha señalado que “el tratamiento de esta plaga tiene vital importancia porque las larvas provocan defoliaciones en los pinos que los hacen más vulnerables a factores ambientales, además de ocasionar urticarias que pueden provocar trastornos alérgicos graves en las personas y animales”.
“Es de gran importancia llevar a cabo el control de esta especie ya que en San Vicente existen amplias áreas reforestadas con pinos, como la Cañada Real del Palamó a Peñas Rojas, el Paraje de la Casa del Soldat o la Foia dels Carratalans, entre otros, además de los parques y jardines municipales y los pinos que muchos vecinos tienen en sus parcelas”, ha añadido el edil.
