El Ayuntamiento ordena la restauración de un caserón del siglo XIX a su propietario tras su inclusión en el Catálogo de Bienes Protegidos
La entidad financiera dueña de Villa Josefina deberá conservar en buen estado los elementos arquitectónicos que motivaron la catalogación del inmueble
El Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig ha iniciado los trámites para instar al propietario de un caserón del siglo XIX situado en la partida Torregroses a realizar obras de conservación y restauración del inmueble tras su inclusión en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos que se encuentra en fase de aprobación. La entidad financiera propietaria de Villa Josefina deberá mantener en buen estado los elementos arquitectónicos que motivaron su catalogación.
El caserón, ubicado junto a la Carretera de Villafranqueza, tiene una superficie de 111 metros cuadrados divididos en planta baja y piso destinado a vivienda y actualmente carece de uso. Se estima que la edificación original de planta baja data del siglo XIX, aunque en el año 1920 se amplió la planta superior. Entre sus singularidades destaca un balcón volado con mirador de madera, cubierta a cuatro aguas, teja plana y crestería cerámica, además de acabados de las fachadas de mortero imitando sillería.
El concejal de Arquitectura y Urbanismo, Antonio Carbonell, ha explicado que “un informe técnico revela que la vivienda presenta diversos desperfectos por lo que al tratarse de un inmueble incluido en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos tenemos la obligación de garantizar su protección, y ya hemos requerido a sus propietarios a que realicen las obras de restauración y conservación necesarias”.
El Ayuntamiento de San Vicente ha notificado a sus propietarios -en este caso una entidad financiera- el trámite de audiencia con el informe técnico para que inicien las obras exigidas, que afectan fundamentalmente a elementos de la fachada, la cubierta y el mirador de madera. En caso de no obtener respuesta, se firmará la orden de ejecución y el Consistorio podrá imponer sanciones económicas coercitivas o, en última instancia, ejecutar las obras de forma subsidiaria para garantizar su conservación.
El Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos, que previsiblemente se aprobará de forma provisional en el pleno extraordinario del próximo mes de septiembre, obliga a los propietarios de los inmuebles incluidos en el mismo a asumir su mantenimiento y, si fuera necesario, a realizar las obras de restauración y rehabilitación oportunas.
Antonio Carbonell ha afirmado que “el prestigioso arquitecto Marius Beviá, como redactor del Catálogo, ha sido el encargo de valorar qué elementos del municipio son susceptibles de protección, así como de estudiar todas las alegaciones presentadas por particulares, grupos políticos y los servicios de Patrimonio Artístico, Arqueológico y Cultural de la Generalitat Valenciana con el objetivo de enriquecer el documento final”.
Ampliación del Catálogo
Tras estudiar las alegaciones, el Ayuntamiento de San Vicente decidió ampliar el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos e incluir el Caserón Haygón, el refugio antiaéreo de la plaza Lillo Cánovas, la parte antigua del Cementerio, el sistema hidráulico del acueducto del Caraixalet y la maquinaria de l’Almàssera dels Assegadors, entre otros elementos. Además, se amplió el Núcleo Histórico Tradicional a la calle Domínguez Margarit.
Carbonell ha agradecido “las aportaciones realizadas por empresas, particulares, entidades y grupos políticos para mejorar el documento final, con los que se han mantenido diversas reuniones para explicar los motivos de la aceptación o rechazo de las alegaciones en aras a un mayor consenso”.
El edil ha añadido que “se han atendido una parte importante de las alegaciones presentadas con el objetivo de buscar el mayor consenso posible, ya que se trata de un documento fundamental para la posterior redacción del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU)”.
El documento rechaza algunas de las cuestiones propuestas, como la protección de la Cañada Real por no ser el Catálogo su ámbito de protección, o algunos elementos de la arquitectura tradicional como las casas de ‘volta’ por presentar ruina total y por haberse conservado otros edificios como ejemplos de este tipo de construcción.
