Medio Ambiente insiste a la Conselleria de Obras Públicas para que abandone el uso del glifosato
La Concejalía de Medio Ambiente ha pedido por segunda vez a la Conselleria de Vivienda y Obras Públicas que, por precaución, deje de usar el herbicida químico denominado glifosato. La edil responsable del área, Nuria Pascual, ha declarado que el ayuntamiento quiere “velar por la salud de la ciudadanía y la protección del medioambiente” y que su petición se basa en informes de expertos de la Organización Mundial de la Salud.
La concejala Nuria Pascual en su nuevo escrito también refleja que es una contradicción que otra conselleria, la de Salud Pública, recomiende a los ayuntamientos que dejen de utilizar el glifosato “en o cerca de parques públicos, parques infantiles públicos, jardines públicos, u otros espacios públicos similares”, mientras que la de Vivienda y Obras Públicas lo aplica en sus actuaciones.
La Conselleria de Vivienda y Obras Públicas comunicó, en abril pasado al consistorio sanvicentero, que usaría glifosato en la ronda San Vicente-San Juan para eliminar las malas hierbas que crecen en el borde de la carretera y la concejalía de Medio Ambiente pidió que se desbrozara en lugar de usar el herbicida. La conselleria contestó con una negativa alegando que el glifosato está autorizado por el Ministerio de Medio Ambiente y porque el desbroce es más caro.
A este respecto, la edil ha declarado que para el ayuntamiento la defensa del medioambiente y de la salud de las personas es más importante que las cuestiones económicas, dado que además “lo que puede suponer un ahorro económico ahora podría suponer un coste mayor en un futuro próximo, en gastos en Salud Pública, así como de los costes de restauración ambiental de las zonas afectadas”. Además en el desbroce se emplea más personal, lo que podría servir para crear empleo.
La edil ha explicado que en España hay comunidades autónomas y municipios donde ya no se aplica. “Actualmente La Rioja, Extremadura y Aragón, son regiones libres de glifosato” y más de 45 municipios, entre los que se encuentran León, Mérida, Sevilla, Madrid o Barcelona, han restringido su uso.
