El verano, la época ideal para buscar el embarazo
La llegada de las vacaciones supone una disminución de los niveles de estrés y ansiedad, que suponen una de las mayores trabas para conseguir un embarazo
Uno de los motivos por los que los ginecólogos y expertos en reproducción asistida están de acuerdo en este supuesto tiene que ver con el estrés, o, mejor dicho, con la disminución de sus niveles coincidiendo con la llegada de las vacaciones o la reducción de la jornada laboral. La fatiga el agotamiento y, en muchos casos, la ansiedad suponen una traba ya desde el momento en el que afectan a la libido y a las ganas de mantener relaciones sexuales.
Más allá, estos factores dificultan también la concepción, ya que se les relaciona con fluctuaciones irregulares de la menstruación, con una menor ovulación y, en los varones, con menor calidad de su liquido seminal. La eliminación de la ansiedad repercute positivamente en la fertilidad, puesto que ésta induce un retraso o incluso una inhibición de la hormona que desencadena la ovulación (LH). Además, produce un aumento de glucocorticoides, de adrenalina y noradrenalina que podrían disminuir la receptividad del útero a los embriones
Los nervios y la intranquilidad, y así se refiere desde la consultas de reproducción asistida, tienen relación también con un mayor o menor éxito a la hora de lograr el embarazo con ayuda médica.
Vitamina D, natación y ayuda en la betaespera, tres muy factores positivos
Está de acuerdo en este punto desde Clínicas EVA su directora médica, la doctora Isabel Vielsa, quien, además, añade como circunstancia destacada para lograr el éxito reproductivo en estos meses la alimentación de verano. Es decir, un mayor consumo de frutas y verduras, ricas en antioxidantes, vitaminas, minerales y ácido fólico. La doctora señala también la mayor ingesta de líquidos propia de los meses de calor como algo que suma si se busca el embarazo.
El aumento de la cantidad de Zinc, Selenio, ácidos grasos poliinsaturados, como los Omega 3 presentes, por ejemplo, en los frutos secos que se pueden consumir con snacks y llevar en los bolsos y mochilas en excursiones y viajes, favorece tanto la fertilidad masculina como femenina.
La vitamina D que aportan asimismo pescados de temporada y que se consumen como algo típico de los chiringuitos y/o restaurantes en julio y agosto, como las sardinas, el jurel o el bonito, resulta fundamental en la salud reproductiva, y también es bueno que el cuerpo la adquiera mediante la exposición solar. Ahora bien, matiza la doctora Vielsa, siempre con las precauciones pertinentes para evitar los efectos nocivos de los rayos UVA. Otra consecuencia negativa de tomar el sol en las horas punta y sin la protección debida, recuerda la experta, es la deshidratación.
La posibilidad de practicar deportes al aire libre es otro de los motivos que la ginecóloga destaca como ventaja a la hora de conseguir el esperado positivo en el test de embarazo. Entre estos, Vielsa destaca la natación, porque, al igual que sucede con el yoga, no sólo relaja, sino que fortalece toda la musculatura, incluyendo la abdominal y la de la zona pélvica.
Si la pareja o la mujer decide iniciar bajo este tiempo veraniego un tratamiento de fertilidad, tener más tiempo para acudir a las consultas e informarse ayuda a afrontar pruebas, diagnósticos y técnicas hasta el momento desconocidas. También es importante, recuerdan desde EVA, que las personas del entorno de la mujer, tengan tiempo libre para ayudarla o acompañarla si ha de hacer frente a la betaespera, el intervalo en el que se le comunicará si ha quedado embarazada, y que es un periodo muy angustioso y estresante.
Covid y embarazo, recomendaciones para este verano
En cuanto la pandemia y la actual situación el virus y el estado de la vacunación para embarazadas, la doctora Vielsa tranquiliza y explica que las indicaciones para este colectivo son las mismas que para el resto de los ciudadanos. Es preciso tener una correcta higiene de manos, evitar el contacto con personas de riesgo, el uso de mascarilla en la medida de lo posible y, la pauta de vacunación según vaya recomendando el Ministerio de Sanidad o los Servicios de Salud de las Comunidades Autónomas. Las embarazadas pueden vacunarse con vacunas de ARN, ya sea primera o segunda dosis o dosis de recuerdo, con lo cual, pueden administrarse la cuarta vacuna cuando se recomiende su administración (pendiente aun de determinar la fecha, dependiendo, entre otras cosas, de la situación epidemiológica).
