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San Valentín en pandemia: con mascarilla y por videoconferencia

San Valentín en pandemia: con mascarilla y por videoconferencia
  • El amor puede ser la solución contra ese bajo estado de ánimo que nos está dejando la pandemia, contra la fatiga física y emocional

Que el amor todo lo puede y que supera todas las barreras son máximas universales, de todos conocidas  y de las que podemos echar mano en las conversaciones de este San Valentín pandémico. También podemos rescatar lo de que la belleza está en el interior, por aquello de sentirse atraído por alguien con el rostro cubierto por una mascarilla y a quien quizá no hayamos visto más que en una reunión de teletrabajo.

Otra posibilidad es que los enamorados se hayan conocido en una de esas reuniones de grupos limitados en espacios al aire libre y en las que el peligro de contagio es más o menos reducido. 

En cualquiera de los casos, el amor se abre camino y, sí, asegura la psicóloga Pilar Conde, es posible tener una relación en los tiempos del covid. La clave, aunque parezca una paradoja, reside en la mayor intimidad que hayan podido tener los enamorados, impedidos de asistir a reuniones de grupo y a solas, por recomendación sanitaria.  

Según lo explica la directora técnica de Clínicas Origen “el tiempo compartido juntos presencialmente suele ser de mayor intimidad, dado que se han disminuido las quedadas en restaurantes, bares, etc… También se ha pospuesto la integración de la nueva pareja en el entorno de la otra persona, tanto en amistades como en la familia. Esta intimidad supone tiempo para conocer a la persona, y  para que la “atracción física derive en algo más.” El amor con mascarilla pasaría a formar parte de esas historias,  como los antiguos bailes de máscaras, en las que la atracción y enamoramiento inicial no tienen que ver totalmente con la parte física. 

En todo caso, siempre, a excepción de quienes se saltan las normas (y ligar para los jóvenes puede ser el gran objetivo), encontrar una pareja en estos días requiere más paciencia, puesto que sin posibilidades de interacción y de conocer gente nueva  o de generar nuevos vínculos con los contactos existentes resulta difícil.

Difícil y arduo a pesar de las redes sociales, los portales y aplicaciones de citas, porque, aunque se pueda conocer on line al mismo número de personas, quedar ya es otra cosa. No sólo entra en juego la legalidad del estado de alarma en relación al coronavirus, sino el miedo al contagio, que cada persona vive de manera distinta.

En cuanto a quienes ya son pareja, y, lo que es más, familia con hijos y teletrabajan, a la vez que comparten las tareas del hogar, puede haber surgido, cuenta Pilar Conde, un desgaste inevitable por el estrés. Por supuesto, influye y mucho el estado anterior de la relación a la llegada del trabajo a distancia, de las jornadas reducidas y, en algunos casos, de los problemas económicos. Ahora bien, la solidez de la pareja y la manera de afrontar dichos problemas será clave para salir airosos de esta pandemia.

Eso, a pesar de la falta de intimidad que existe en los hogares, en los que durante tres meses de confinamiento los padres no han tenido ni un minuto para dedicarse el uno al otro, ni romántica ni sexualmente ( dependiendo de la edad de los hijos). Para la psicóloga de Origen, no obstante, hay que intentarlo. Es preciso organizarse para agrupar y compartir tareas y aprovechar el tiempo disponible (aunque sea poco) para realizar alguna actividad romántica, que guste a ambos.

Una sorpresa nunca está de más para romper estos días de rutina, y San Valentín puede ser este año de mayor utilidad que nunca, más allá de regalos y cenas fuera de casa.

Hay que luchar, finaliza la experta, contra ese bajo estado de ánimo que nos está dejando la pandemia, contra la fatiga física y emocional. El amor puede ser la solución.

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