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Voluntarios valencianos forman y motivan a internos en tercer grado en busca de empleo y de una reinserción social efectiva

Voluntarios valencianos forman y motivan a internos en tercer grado en busca de empleo y de una reinserción social efectiva
  • La Fundación ESYCU colabora, por tercer año, en un proyecto impulsado por la Pastoral Penitenciaria

La Pastoral Penitenciaria del Arzobispado de Valencia sigue tendiendo puentes para visibilizar la realidad de las personas privadas de libertad y acompañarles en el complejo camino de la reinserción social aportándoles dos elementos fundamentales: formación y, sobre todo, motivación.

En esta tarea cuentan desde hace tres años con la Fundación de la Comunidad Valenciana Estudio y Cultura (ESYCU), que este curso ha ampliado su participación en el proyecto de inserción e innovación social de la Pastoral Penitenciaria con la implicación “desinteresada, ilusionada y comprometida” de ocho voluntarios.

La iniciativa tiene por objeto “fortalecer y capacitar a las personas desempleadas que se encuentran en tercer grado penitenciario, en busca de su crecimiento personal y de la mejora de su empleabilidad para, así, conseguir su inclusión social y laboral efectiva”, han explicado desde la Fundación ESYCU.

Cada usuario tiene una historia distinta detrás pero todos comparten un elemento: la incertidumbre. “Se encuentran en un régimen de semilibertad condicionado porque no tienen trabajo, su estructura social de apoyo es nula, familias con problemas y una situación económica complicada, por eso este proceso es más una inserción de lleno”, han subrayado desde la Pastoral Penitenciaria.

Son personas “con ganas de adaptarse e integrarse en la sociedad pero, en muchos casos, están con las manos vacías, escasos recursos y no encuentran trabajo porque decir que has estado en prisión les cierra todas las puertas”, han incidido.

Voluntariado “para devolver a la sociedad lo aprendido”

Rocío Cano, diseñadora web de 35 años, ha decidido embarcarse en este voluntariado tras regresar de una estancia en el extranjero. Le ha movido a dar el paso la necesidad de “ayudar y devolver a la sociedad algo de lo que he aprendido”, tal como ha señalado.

En el taller de informática que imparte enseña a los usuarios ofimática, Word y cómo manejarse con el mail, entre otros temas. “Usan el mail pero como si fuera WhatsApp y yo les enseño a manejarlo como herramienta que puede ayudarles en su carrera profesional”, según la voluntaria.

Además les ayuda y orienta a la hora de preparar el curriculum vitae para poder buscar trabajo y ellos responden “mostrando mucho interés y ganas de aprender”.

Informática, inglés, comunicación y acompañamiento psicológico

El proyecto común desarrollado por Pastoral Penitenciaria y ESYCU abarca una vertiente formativa en la que los profesores voluntarios que se encargan de “desarrollar las capacidades de los usuarios, comenzando por la alfabetización, dotándoles de recursos para el aprendizaje y competencias necesarias para su incorporación al mercado laboral”, han precisado desde la Fundación.

En los talleres participan entre 7 y 9 usuarios en régimen de semilibertad que reciben 15 horas semanales de clases de informática, inserción laboral, comunicación no violenta, inglés y técnicas de comunicación, y acompañamiento y atención psicológica. 

Pero, lo más importante es que la colaboración de los voluntarios “no se reduce únicamente a un propósito formativo; es fundamental animar, motivar, dar visibilidad y confianza a los beneficiarios del proyecto, haciéndoles ver que, con las herramientas adecuadas, pueden influir en su futuro”.

El resultado y éxito del proyecto “depende de la labor conjunta de voluntarios y participantes, de su compromiso de trabajo conjunto, valorando las necesidades de manera personalizada y teniendo en consideración las sugerencias y propuestas de mejora de los beneficiarios”, han puntualizado.

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