Un valenciano denuncia no poder velar a su padre fallecido de cáncer en el cementerio General: “Es inhumano”

“Las leyes están para cumplirlas, pero el sentido común, el respeto a las personas y la humanidad debe de prevalecer por encima de todo” con estas palabras denuncia el Raúl Gil, la dura situación que tuvieron que atravesar él y su familia hace tan solo unos días cuando fueron a enterrar a su padre.

Ocurrió, tal y como cuenta él mismo a través de una carta dirigida al Ministerio de Sanidad que se ha hecho pública, en el Cementerio General de Valencia donde no se le permitió estar presente en el funeral de su padre quien falleció de cáncer.

Cierto es, que según el decreto del Gobierno durante la crisis sanitaria solamente se permite la presencia de un máxima de tres familiares en los velatorios junto con un ministro de culto. En este caso, eran cuatro familiares y no había párroco explica Raúl.

Ante la negativa del personal del cementerio de dejarles acceder a los cuatro – su madre, sus dos hermanas y el propio autor de la carta – se “indico que, como no hay párroco, yo actúo como persona asimilada para la práctica del rito de despedida del difunto. Nuevamente la negativa es rotunda, invitando a que rápidamente escojamos quién se queda fuera”.

Pero tampoco fue posible, y uno de los cuatro tuvo que quedarse fuera tras recibir – siempre según la versión de hijo del fallecido – un trato por parte del personal “pésimo, desproporcionado, vejatorio e inhumano”.

“Bastante dura es la situación como para que una decisión errónea de unos políticos aumente la frustración de la sociedad”, lamenta Gil en el escrito en el que además detalla que toda su familia iban previstos de guantes y mascarilla reglamentaria.

Una carta muy dura con la que este valenciano muestra una parte más de la crisis sanitaria que está atravesando este país, y con la que busca denunciar pública y formalmente el incumplimiento parcial de lo recogido en el Real Decreto.