La Valencia oculta bajo el asfalto comienza a renacer
Que la ciudad de Valencia alberga en su interior una importante parte de su historia más reciente no sorprende a nadie, y es que la capital ha sido escenario a lo largo de los años de importantes acontecimientos que han marcado el rumbo de la actual estructura de la ciudad.
Largas avenidas y edificios infinitos, atraen anualmente a millones de visitantes procedentes de todo el mundo quienes quedan maravillados por las pequeñas joyas que se exponen a lo largo y ancho del callejero del Cap i Casal.
Historia judía y romana, parte del antiguo tranvía o las míticas murallas que hoy lucen como torres, son solo algunas de las partes de la historia que se esconden bajo las capas construidas que conforman la ciudad tal y como hoy la conocemos.
Años de trayectoria que están comenzando a renacer poco a poco. Ha ocurrido hace poco, durante las obras de rehabilitación del Palacio de Valeriola en la Calle del Mar. El conjunto de edificios que conforma el Palacio Valeriola está siendo sometido desde hace ya más de un año a un proceso de rehabilitación integral – llevado a cabo por la Fundación Hortensia Herrero - con el objetivo de salvar y asegurar su estructura, recuperar su valor patrimonial, y adaptarlo a un nuevo uso cultural que prolongue su vida y su historia.
¿Qué se ha encontrado?
El antiguo Circo Romano renació durante las primeras actuaciones de rehabilitación. Una estructura de gran valor que en su momento tenía 350 metros de largo y 70 metros de ancho, ocupando lo que a día de hoy es la Calle de la Paz hasta llegar a la Calle Almirante.
Además, también están saliendo a la luz las ruinas del antiguo barrio judío cuyo límite se encontraba en el interior del palacio y que supone una gran aportación para los historiadores pues permitirá conocer de primera mano detalles de su arquitectura.
Entre los objetos encontramos de esta época, se ha descubierto un horno tradicional con un importante valor histórico y arquitectónico que podría pertenecer a la judería y por lo tanto podría datar del siglo XIV. Según explica Tina Herreros, arqueóloga del equipo de trabajo del Centro de Arte Hortensia Herrero “se maneja la hipótesis, por el material cerámico recuperado y la estratigrafía, de que se trate de un horno bajomedieval”.
Además, en una bodega de una de las estancias del palacio se ha encontrado una tinaja del siglo XIV-XV. Según la arqueóloga “este utensilio estaba incrustado en el suelo, y normalmente se utilizaba como silo para almacenar alimento, posiblemente grano”.
Más allá de Valeriola
Estos descubrimientos no son los únicos que se han producido en los últimos años. Cabe recordar que, no hace mucho, durante las obras de construcción del carril bici en la marginal izquierda del antiguo cauce del Turia salieron a la luz las antiguas vías del tranvía de Valencia, el cual fue un referente de la época.
Además, otro descubrimiento relevante fue el del puerto fluvial de la época romana que estaba ubicado en el entorno de Blanquerías y que finalmente, se decidió no dejarlo al aire libre y volver a esconderlo bajo el asfalto.
