Urbanismo desarrolla una guía para aplicar criterios medioambientales en todos los proyectos de Ciutat Vella
El documento estipula medidas específicas para reducir el efecto “isla de calor” o el ruido y facilitar la observación del patrimonio arquitectónico
La Concejalía de Planificación y Gestión Urbana ha desarrollado una “Guía para introducir aspectos medioambientales en los proyectos de urbanización” que el Ayuntamiento de aplicará en todas las actuaciones que se desarrollen en el futuro en Ciutat Vella. El documento se someterá a aprobación en la próxima Junta de Gobierno Local a propuesta de la concejala Pilar Bernabé en representación de la vicealcaldesa, Sandra Gómez, y establece una serie de criterios técnicos para mejorar la calidad medioambiental del entramado urbano que, además, permitirá agilizar la tramitación de los proyectos de urbanización del entorno puesto que sistematizará las posibles medidas a aplicar.
La guía, un documento que supone una mejora en la tramitación de los proyectos de urbanización de Ciutat Vella, está elaborada por el servicio municipal de Gestión de Centro Histórico, identifica los factores ambientales que están vinculados a la urbanización del espacio y propone soluciones para amortiguar los posibles efectos negativos. Así, analiza aspectos como la reutilización de materiales, el arbolado, la iluminación, la presencia de sólidos, líquidos o gases, irrigaciones del subsuelo, la reducción de CO2 o la visibilidad o calidad paisajística de los entornos patrimoniales, y cuál es la medida a adoptar que proporciona una mejor respuesta a las necesidades medioambientales en cada caso.
En el documento, por ejemplo, se determina la necesidad de realizar estudios de los parámetros climáticos del aire, el viento y el sol para ajustar las superficies de sol y sombra en cada área y reducir el efecto “isla de calor”, la instalación de vegetación de fácil mantenimiento y bajo consumo de agua o la puesta en valor del patrimonio arquitectónico y arqueológico facilitando su contemplación. Igualmente, establece una serie de criterios básicos como peatonalizar el máximo de metros cuadrados posible, priorizar el uso de la bicicleta si existen viales, la plantación de árboles y la creación de parterres, praderas y pavimentos permeables.
Con respecto a la reducción de ruidos, la guía propone utilizar preferentemente pavimentos fonoabsorbentes, mobiliario urbano con recubrimientos que atenúen el ruido, la ordenación de las terrazas y la colocación de pantallas vegetales. Otro de los aspectos destacados es la recogida y aprovechamiento de las aguas pluviales. En este caso, recomienda reducir las superficies impermeables, reconducir las aguas hacia los alcorques para su infiltración o el uso de pavimentos permeables entre otras acciones.
Sobre la vegetación, el documento elaborado por los técnicos municipales aconseja elegir las especies que requieran de un mínimo mantenimiento, es decir, de bajo consumo de agua y que soporten el sol, y que sean autóctonas. Además, insta a aportar un estudio de las necesidades hídricas para el riego en cada actuación propuesta.
