La Universitat Politècnica de València es la tercera mejor universidad de España según el U-Ranking
La Universitat Politècnica de València es la tercera mejor universidad de todo el país –empatada con la Universitat Rovira i Virgili y la Carlos III de Madrid– y es la primera fuera del eje Madrid-Cataluña. Lo dice la quinta edición de U-Ranking, elaborado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), y cuyos resultados se han presentado hoy jueves.
Además, es la primera universidad pública en docencia y la segunda de todo el sistema universitario nacional en innovación y desarrollo tecnológico –empatada esta vez con la Politécnica de Madrid.
El ranking evalúa también cuáles son las mejores universidades para estudiar los diferentes grados. En este caso, la Universitat Politècnica de València sobresale como el mejor centro a nivel nacional para estudiar Bellas Artes. Destaca también como la segunda mejor opción para estudiar Ingeniería Mecánica; tercera para cursar tanto el grado de Ingeniería Electrónica Industrial y Automática, como el de Fundamentos de la Arquitectura; y cuarta para el grado de Administración y Dirección de Empresas.
Clasificación global y por categorías
Cinco universidades públicas ubicadas en Madrid, Cataluña y la Comunitat Valenciana encabezan la clasificación global de U-Ranking 2017. Por tercer año consecutivo, la Universitat Pompeu Fabra ocupa el primer puesto en el cómputo general. Le acompañan en segunda posición la Universitat Politècnica de Catalunya, y en el tercer puesto empatadas figuran tres instituciones: la Universitat Politècnica de València, la Universidad Carlos III de Madrid y la Universitat de Rovira i Virgili.
En cuanto a las clasificaciones parciales (la calidad docente, la capacidad investigadora y la apuesta por la innovación y desarrollo tecnológico), en docencia, este año la primera posición la ocupa un grupo de cinco universidades, cuatro de ellas privadas (Mondragon Unibertsitatea, Universidad Antonio de Nebrija, Universidad de Deusto y Universidad de Navarra) y una pública (Universitat Politècnica de València). La Universitat Pompeu Fabra encabeza la clasificación en investigación, mientras que la Universitat Politècnica de Catalunya destaca por encima del resto en transferencia de conocimiento.
Las politécnicas, la mejores en innovación y desarrollo
Las mayores diferencias entre universidades se encuentran en el ranking que mide el volumen y la intensidad de las actividades de innovación y desarrollo tecnológico, ya que se establecen hasta 23 posiciones distintas en la clasificación. Las universidades politécnicas marcan en este campo importantes distancias, y tres de ellas (las politécnicas de Cataluña, Valencia y Madrid) lideran con clara ventaja la clasificación.
También se observan grandes desigualdades entre las instituciones en capacidad de investigación, pues el índice de la primera universidad en este ranking multiplica por 12 el de la última. En esta categoría, son las universidades públicas catalanas las que obtienen mejores resultados y cuatro de ellas se colocan entre las cinco primeras del ranking.
Frente a esta disparidad de resultados en transferencia y en investigación, en la docencia los datos muestran mayores similitudes y las universidades aparecen agrupadas en este ranking en tan solo nueve grupos de desempeño en formación.
Sobre el U-Ranking 2017
U-Ranking 2017 analiza 61 universidades que representan más del 93% del alumnado del sistema universitario y más del 98% de su producción investigadora. Incluye 48 universidades públicas (todas excepto la UIMP y la Universidad Internacional de Andalucía, porque sus singularidades no las hacen comparables) y las 13 universidades privadas que ofrecen información adecuada para el cálculo de los indicadores.
Esta edición recoge también, al final de la tabla, la lista de las 23 universidades privadas que no se analizan por falta de datos suficientes para que puedan valorarse adecuadamente las posiciones de las que han hecho el esfuerzo de transparencia de aportarla. Asimismo, se han marcado con un asterisco las instituciones con una antigüedad inferior a 15 años, una circunstancia que puede retrasar sus resultados de investigación e innovación ya que la generación de equipos productivos en estas áreas necesita largos periodos de maduración.
