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Una talla gótica policromada de la Virgen que culminaba los frescos de los ángeles músicos en la Catedral está desaparecida desde el siglo XVII

  • Quedó oculta en la propia Seo o fue cedida a otra iglesia

Una talla en madera de la Virgen María, de unos dos metros, que sirvió como clave en la bóveda gótica del altar mayor de la Catedral de Valencia, en la que se pintaron los frescos de los ángeles músicos descubiertos hace diez años, se encuentra desaparecida desde el siglo XVII y “todavía no ha podido ser localizada aunque tenemos la esperanza de poder hallarla”, según ha indicado hoy a la agencia AVAN Carmen Pérez, directora del CulturArts IVC+R (Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales”.

La imagen en paradero desconocido representa la Asunción de la Virgen, a la que está dedicada la Catedral, es de estilo gótico y madera policromada, y había sido realizada por el artista Joan Sanou sobre un dibujo del “mestre Marti” mientras que el dorado y pintura fue obra del pintor Gonçal Peris, ha precisado.

La talla desapareció “cuando se produjo la reforma barroca del presbiterio de la Seo y la bóveda original se sustituyó por el gran pinjante de madera dorada que está almacenado, igual que la bóveda barroca, en el seminario de Moncada”, ha añadido.

“Alrededor de la imagen de la talla gótica había unas cabezas pintadas de querubines de color rojo, en el caso de las más próximas a la Virgen, y verdes en las más alejadas”, ha señalado.

Estos querubines, que también desaparecieron en la reforma barroca, estaban pintados al fresco por los mismos autores italianos que hicieron en 1476 los ángeles músicos renacentistas de la Catedral, Paolo San Leocadio y Franceso Pagano, que “respetaron la imagen de la Virgen”.

Los frescos destruidos de la Última Cena
Asimismo, debajo de los ángeles estaba también pintada en el presbiterio al fresco la última cena de Jesucristo con sus apóstoles, que fue picada cuando se hizo la reforma barroca para añadir la decoración de entonces, con lo que “de estos frescos sólo se conserva únicamente un pie de Jesucristo, muy deteriorado, que se ha podido encontrar mediante un escáner”.

Sin embargo, según Carmen Pérez, “sí tenemos la esperanza de que en algún momento aparezca la talla de la Asunción o dormición de la Virgen que estaba situada en la clave y que medía cerca de dos metros”, porque “en la Catedral nunca se ha tirado nada, así que la imagen puede estar en algún lugar recóndito escondida desde la guerra civil o en alguna otra iglesia ya que en la Seo cuando un estilo dejaba de interesar, en muchas ocasiones, donaban sus obras a otras iglesias más humildes”.

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