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Así ha sido el primer pleno del Ayuntamiento de Valencia

Así ha sido el primer pleno del Ayuntamiento de Valencia

    La sesión ha comenzado y ha concluido bajo la presidencia del alcalde de València, Joan Ribó, y durante el debate de los representantes políticos ha ejercido la presidencia el vicealcalde Sergi Campillo. Todos los puntos del orden del día han salido adelante con los votos favorables del Equipo de Gobierno (grupos Compromís y PSPV-PSOE), mientras que los grupos de la oposición Popular y Ciudadanos han votado en contra de todas las propuestas. Por su parte, el Grupo Vox ha respaldado los puntos referidos a la aprobación del número de vocales en las juntas municipales, de la distribución de personas consejeras en la empresa mixta Emivasa y de la composición de la Junta de Protección Civil, se ha abstenido en el nombramiento de representantes en las entidades EMSHI y EMTRE, y ha votado en contra del resto de puntos (salvo en el caso del punto referido a la dotación económica de los grupos municipales, en el cual el portavoz del Grupo ha votado a favor, y el segundo edil del grupo, en contra).

    En esta primera reunión plenaria del mandato se ha definido la ubicación en el espacio del Hemiciclo de cada grupo político y cada edil. Los portavoces de los partidos han tomado la palabra para exponer sus argumentaciones, críticas, líneas de actuación y propuestas sobre el diseño de la organización municipal que va a marcar los próximos cuatro años de gestión. En general, los asuntos que han suscitado principalmente las críticas de la oposición han sido los referidos a las retribuciones económicas de los concejales y la dedicación exclusiva de éstos, el reparto de personal eventual (asesores) y la acotación del número de preguntas a realizar en las sesiones plenarias.

    El portavoz del grupo municipal Vox, José Gosálbez, ha acusado al nuevo Gobierno de «dar un trato desigual a los 33 concejales» de la ciudad, y ha calificado su actitud de «antidemocrática» y «dictadura de la izquierda». Por su parte, su compañero de grupo, Vicente Montañez, ha criticado el incremento salarial propuesto para la Corporación, y ha mostrado al plenario un rodillo de pintor como símbolo de la actitud del alcalde y de su gobierno.

    Tanto el grupo Popular como Ciudadanos han coincidido con Vox en la figura del rodillo de pintor. Fernando Giner, de Ciudadanos, ha acusado al alcalde de mentir a la hora de justificar las medidas sobre la organización municipal (el reparto de la exclusividad entre los concejales), y ha calificado de «extraño» que se haya optado por un gobierno con dos vicealcaldías.

    Por su parte, la portavoz popular, María José Catalá, ha criticado las labores de negociación entre los grupos del Gobierno Municipal, que ha definido como un «espectáculo rocambolesco, de desencuentro, que ha resultado en reinos de taifas». Catalá ha acusado al alcalde de València de «dificultar la labor de la oposición» y de «cercenar derechos».

    La portavoz del grupo Socialista, la vicealcaldesa Sandra Gómez, ha respondido en primer lugar a las críticas y ha asegurado que coincide en que deberían ser todos los miembros de la Corporación los que pudieran acceder a la dedicación exclusiva, pero ha recordado que la legislación estatal aprobada por el gobierno del PP en su momento lo impide, por lo que ha instado a la oposición a impulsar el cambio de la ley. En cuanto al reparto del personal eventual, la portavoz Sandra Gómez ha explicado que la proporcionalidad en el Ayuntamiento de València es del 60% de asesores para los grupos de Gobierno, y 40% para la oposición, lo que contrasta con otros municipios como Alicante, con gobierno de derechas, donde el ejecutivo municipal copa el 83% de asesores.

    Finalmente, el alcalde de València, Joan Ribó, ha explicado que en el caso de las retribuciones a los concejales en función de su dedicación, la decisión de su gobierno ha sido «aplicar la legalidad de la manera más favorable, es decir, otorgar el máximo  legal permitido», pero ha recordado que las restricciones impulsadas en su día «por el ministro Montoro significaron una restricción general de las libertades de los municipios», y ha instado también a revisar la normativa vigente.

    Ribó ha expuesto el criterio de adjudicación de la exclusividad: en primer lugar se otorga a los concejales con responsabilidades de Gobierno, y después, en la medida que permite la ley, a los concejales en labores de oposición. Y ha señalado otros municipios gobernados por partidos que ejercen la oposición en València, como Málaga, Granada o Alicante, en los que el criterio ha sido el mismo.

    Asimismo, ha negado que la acotación del número de preguntas en Pleno, pensada para aliviar la labor de los servicios, limite ningún derecho a la oposición, y ha señalado de nuevo que es una situación similar a la de numerosos ayuntamientos del Estado. Finalmente, ha calificado de «muy razonable» la distribución de personal asesor por grupos, que en este Ayuntamiento responde a la proporción 59%/41%, y ha instado a los concejales a comprobar y comparar con otros municipios.

    UNA MOCIÓN MÁS EN CADA SESIÓN PLENARIA

    Tras la conclusión del Pleno extraordinario, el alcalde València, Joan Ribó, ha atendido a los medios de comunicación, y ha expresado su satisfacción porque «a partir de ahora ya se pone a funcionar todo de una forma normal», y ha lamentado la imposibilidad de que todos los concejales y concejalas puedan tener un régimen de dedicación exclusiva «un problema que generó el señor Montoro cuando, siendo ministro, restringió la  libertad de los ayuntamientos con esta imposición que prohibe que todos los miembros de la corporación puedan puedan tener dicha dedicación exclusiva», ha recordado. «Pero en el momento  en que  podamos, no tendremos ningún problema, sino todo lo contrario,  para que todos los concejales y concejalas que lo deseen puedan tener dedicación exclusiva», ha asegurado.

    A preguntas de los informadores, Ribó se ha referido a la decisión de fijar en tres el número de mociones que cada grupo municipal puede presentar al Pleno. «En el pasado mandato había un límite máximo de cuatro mociones por grupo de la oposición, es decir, un máximo de ocho mociones por sesión. Pero en estos momentos, hay un grupo más en labores de oposición, por lo que con tres por grupo, el número máximo de mociones por sesión plenaria aumenta de ocho a nueve; es decir, que no lo hemos rebajado, y además estamos por encima de lo habitual en otros ayuntamientos».

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