La Semana Santa del Grao vivió uno gran Martes Santo de la mano de los Nazarenos

La Semana Santa del barrio del Grao, donde empezó todo allá por el siglo XVIII, tuvo uno de sus momentos más emotivos en la tarde noche del Martes Santo con la salida de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, con su paso de la Segunda Caída, y que contó con la presencia de la Regina dels Jocs Floras de Lo Rat Penat, María Marín de Monzonís, y la escolta de un grupo de marineros de la Armada Española.

Allá fueron pues los nazarenos con sus caperuza y túnicas moradas recorriendo las calles que ellos recuperaron en 1989 para la Semana Santa Marinera después de casi 40 años de ausencia. Su presidenta Marí Carmen Marín fue bien arropada. Tuvo al presidente de la Junta de Hermandades de la Diocésis de Valencia, Al Comandante Naval de Valencia y al secretario general de la Junta Mayo de la Semana Santa Marinera, entre otros, y su hermano mayor Rafael Martos andaba de allá para acá controlando la comitiva. Los dos tuvieron una brillante jornada que quedó redondeada con el acto del encuentro con la Virgen de los Dolores en las Atarazanas.

El acto en el histórico edificio donde en su día se construyeron barcos es uno de los más recogidos de la Valencia Marinera. Con la noche caída y un numeroso público poco a poco avanzan con sus nazarenos y granaderos el paso de la Segunda Caída de Román y la Dolorosa que talló el mismo tandem de imagineros Román y Salvador. En está ocasión son sabor especial ya que iba la Virgen a hombros de sus Hombres de Trono, de sus portadores.

Y tuvo lugar el encuentro al que ahora ya sólo le falta que el paso del Nazareno también vaya a hombros en su tarde pero esa es una labor de la hermandad.

La música cofrade vino de la mano de las bandas de cornetas y tambores del Santísimo Cristo de los Necesitados de Aldaia y de la del Canyamelar y tuvo el coro para el instánte del encuentro.

Y mientras allá en el Canyamelar el Señor, el Nazareno, recorría a hombros sus calles escoltado por sus Pretorianos.