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Ana Ruiz, delegada de Manos Unidas: “Promovamos la economía del bien común, solidaria y sostenible para reducir la brecha de la desigualdad”

Ana Ruiz, delegada de Manos Unidas: “Promovamos la economía del bien común, solidaria y sostenible para reducir la brecha de la desigualdad”
  • Presentación en Valencia de la campaña “Nuestra indiferencia los condena al olvido”

  • Este viernes, Día del Ayuno Voluntario y el domingo, colecta especial en las parroquias

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“El rostro de esta mujer africana que poco a poco se desdibuja representa el olvido, por nuestra parte, de los más necesitados”, denuncia Manos Unidas en su campaña 63, que lleva por lema “Nuestra indiferencia los condena al olvido” y que fue presentada  ayer en el Palacio de Colomina CEU, en Valencia.

Dentro de la campaña, mañana, viernes, se celebrará en la diócesis de Valencia el Día del Ayuno Voluntario y también este domingo, 13 de febrero, las parroquias destinarán las colectas a la labor de Manos Unidas.

“Es una denuncia de la indiferencia de los países ricos hacia millones de personas de los países del sur, que tienen rostro, sentimientos, necesidades básicas y que están privadas de los derechos fundamentales y de la dignidad que les corresponde”, destacó Ana Ruiz, delegada de Manos Unidas en Valencia, en la presentación de la campaña.

Con esta campaña, Manos Unidas “invita a tomar conciencia de que la visibilidad de los más vulnerables depende de nuestra mirada y de que les tengamos presentes en nuestras vidas”.

En la presentación participaron -además de la delegada de Manos Unidas Valencia-, la misionera Manoli Nieto, hermana trinitaria que ha pasado por Perú, Colombia y Madagascar, y Carmen Puerto, de la dirección del Palacio de Colomina CEU. 

Testimonio misionero: Manoli Nieto, “madre” de 70 niños

Manoli Nieto tuvo Perú como primer destino hace 52 años. “Las madrecitas”, así las llamaban a ella y a las otras tres hermanas trinitarias, que daban clases, visitaban presos y ayudaban a los campesinos, “y como estos protestaban de sus precarias condiciones, la policía receló de las intenciones puramente humanitarias" de las hermanas y tuvieron que marcharse al ser amenazadas,  relató la misionera en la presentación. 

“Lo mejor de mi vida se lo ha llevado Colombia”, explicó Manoli. Este país latinoamericano fue su siguiente destino, en el que estuvo diez años. Recogían niños abandonados y maltratados y les daban un hogar. Manoli fue “madre” de 70 niños, quienes recibieron “la ternura maternal que de otra forma no hubieran sentido”. No sólo les daban alimentos y formación. El albergue “sacaba adelante a niños sin futuro y los que tenían más suerte eran adoptados” y alimentaba y educaba a esos menores con los 10 dólares que recibían de apadrinamientos, principalmente de Estados Unidos, lo que demuestra “lo mucho que se puede hacer con poco dinero”. 

Por eso, Manos Unidas “quiere resaltar que echar una mano a los olvidados está al alcance de muchos y las pequeñas donaciones mensuales dan una vida digna a personas que no tienen nada”. 

En 1997 estuvo en Madagascar, “un lugar muy difícil, sobre todo por el idioma. Y hay mucho trabajo”. Allí contaban las hermanas trinitarias con un edificio y gracias a Manos Unidas pudieron ampliarlo para atender a más niños de la calle y poner en marcha una maternidad y un centro de salud. “Ahora hay un quirófano, dentista… Una comunidad con buenas condiciones para atender a las personas”, contó Manoli, quien ha tenido que atender enfermos y coser heridas con un maletín. 

Gracias a la promoción de Manos Unidas, el Colegio Notre Dame du Bon Remede de las trinitarias pasó de tener una escuela de primaria en 2008 a tener seis aulas más en 2019, en las que se puede dar clases a muchos más niños y con unas buenas condiciones. Enfrente, también en Antsirabe, Madagascar, Manos Unidas construyó la Maternidad Salve Regina y ayudó en las mejoras de las instalaciones del antiguo centro de salud. “Agradecemos a Manos Unidas –explicó la misionera- habernos facilitado hacer más humana la vida de las personas”. 

Dar visibilidad a los necesitados

En la presentación de la campaña, la responsable de Manos Unidas en Valencia denunció que vivimos en una “sociedad anestesiada, que ignora la dura realidad que viven millones de personas en el mundo, agravada por la pandemia, que todos hemos sufrido”.

Manos Unidas, cuyo objetivo ha sido desde hace 63 años acabar con el hambre, “a partir de este año se implica más, si cabe, en la Agenda 2030 y nos invita a transformar nuestro mundo trabajando por los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, con la voluntad de que sean un instrumento eficaz para que los derechos de todo ser humano se hagan realidad”, defendió Ana Ruiz.

“No queremos dejar a nadie atrás y para ello debemos acabar con las causas que siguen impidiendo que millones de seres humanos puedan llevar una vida digna y no sean discriminados, descartados o excluidos”, reivindicó Ruiz en nombre de Manos Unidas Valencia.

Entre las claves para lograrlo, citó: podemos hacerlo: cambiar nuestro estilo de vida y nuestra mirada sobre la pobreza; denunciar la existencia de un mundo injusto, aprovechando nuestras relaciones personales; ser solidarios con los más vulnerables y tenerlos presentes; y proteger el medio ambiente y la casa común, con un consumo sostenible y responsable.

En Manos Unidas, como institución católica de desarrollo, promovemos la “economía del bien común, solidaria y sostenible” para reducir las brechas de la desigualdad.

Por su parte, Carmen Puerto, de la dirección del Palacio de Colomina CEU, reiteró el compromiso de la institución para colaborar con las causas de los más necesitados. “Quiero poner en valor como Manos Unidas nos contagia de energía e ilusión para ser solidarios, y como dice su Campaña: no seamos indiferentes y contribuyamos a construir un mundo mejor”, aseguró

Actividades de Campaña pendientes de celebración

Dentro de la Campaña de Manos Unidas se incluye el Día del Ayuno Voluntario, mañana, viernes 11 de febrero, un gesto de apoyo a los 811 millones de personas que sufren cada día el hambre en el mundo. En este Día del Ayuno Voluntario se organizan eventos virtuales o presenciales en toda España, también en la diócesis de Valencia, en los que se propone donar el importe de la comida, del café o del aperitivo de ese día a la lucha contra el hambre. 

Con motivo del Día del Ayuno Voluntario ha sido organizada una misa que se celebrará este viernes, a las 13 horas, en la Basílica de la Virgen de los Desamparados.

Y este próximo domingo, 13 de febrero, se celebrará la Jornada Nacional de Manos Unidas con una colecta anual especial. Ese día, todas las parroquias de España invitan a los asistentes a aportar su colaboración para apoyar el trabajo de la ONG Manos Unidas.

Algunas cifras en torno a la Campaña de Manos Unidas

Más de 800 millones de personas pasan hambre y, debido a la pandemia, la cifra puede aumentar a 1.000 millones (Informe El Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutrición FAO 2021).

Un total de 1.300 millones de personas sufren pobreza multidimensional, la Covid empujará a la pobreza a otros 500 millones. 

Según datos de 2021, el 1% de la población adulta disfruta del 43% de la riqueza mundial. Por el contrario, el 54% de la población adulta del mundo se tiene que conformar con el 2% de la riqueza mundial. Por este motivo, “el modelo económico dominante de acumulación de riqueza nos desiguala cada día más”.

Los precios de los alimentos han aumentado casi un 40% desde 2020, según la FAO (Índice de precios de alimentos de junio de 2021).

Un total de 112 millones más de mujeres que de hombres desarrollan trabajos mal remunerados y precarios (OIT en julio de 2020).

Nueve de cada diez personas en los países pobres no han tenido acceso a la vacuna con la Covid-19 durante 2021 (Oxfam, Amnistía internacional, Frontline AIDS, entre otras ONGs).

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