La Residencia "Carmen Picó" del IVAS participa en un proyecto de terapia canina
Usuarios de la Residencia 'Carmen Picó' del Instituto Valenciano de Acción Social (IVAS) en Alzira están participando en un proyecto de terapia canina que tiene por objeto "mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual", según ha avanzado la directora general de Personas con Discapacidad, Pilar Collado.
Collado ha subrayado que "la terapia con animales mediante juegos y actividades aporta a las personas con discapacidad beneficios a nivel emocional, físico y psicológico, les ayuda a potenciar su autoestima y a desarrollar habilidades sociales y de aprendizaje".
Asimismo, ha incidido en que "este tipo de programas repercuten en el bienestar y la salud integral de estas personas, ya que no sólo mejoran su estado emocional sino además les permiten desarrollar sus potencialidades aportándoles, en definitiva, una mayor calidad de vida".
En esta iniciativa, que se enmarca en un convenio de colaboración entre la ONG Intervención Ayuda y Emergencias (IAE) y la Fundación 'La Caixa', participarán alrededor de un centenar de personas con discapacidad intelectual de Residencias, Centros Ocupacionales y Centros de Día de la provincia de Valencia.
Además, la directora general ha apuntado que "a los beneficiarios directos, que son los participantes, hay que sumar los beneficiarios indirectos que son el resto de usuarios con los que se relacionan, los profesionales de los centros y los familiares".
Terapia eficaz
Pilar Collado ha resaltado la puesta en marcha de este proyecto, y ha manifestado que "es una actividad beneficiosa para los participantes que presentan problemas de comunicación, ya que en las sesiones terapéuticas se estimulan las relaciones afectivas y de sensibilidad hacia el mundo de los animales, además es una terapia eficaz de desensibilización sistemática para la superación del temor en casos de fobia, miedo o evitación".
En este sentido, ha añadido que "se llega a conseguir una conducta muy natural de acercamiento hacia estos animales en las personas que no han tenido la oportunidad de interactuar con los perros adiestrados, y está comprobado que personas con muy bajos niveles de comunicación reaccionan con expresiones de todo tipo y lenguaje no verbal, desde emisión de sonidos hasta una relación de afecto con los animales, quedando patente sus beneficios".
La terapia consiste en una sesión semanal, de 1 hora de duración, en la que las personas con discapacidad intelectual y los perros interactúan mientras practican diferentes ejercicios, tanto físicos como mentales, paseos, cálculos matemáticos, puzzles, escritura, habilidades manuales, canciones y juegos.
En concreto, en la Residencia 'Carmen Picó' del IVAS intervienen 12 usuarios, tres monitores y tres perros adiestrados en cada sesión, que cuenta con la supervisión de los terapeutas y del psicólogo del centro para determinar los ejercicios más idóneos para cada caso particular.
