“Nos da rabia que esta experiencia se empañe con la polémica”
Desde principios de semana el público valenciano y sobretodo el fallero tenía una cita especial con el programa televisivo Masterchef. Ya no solo por la emisión de la semifinal de este concurso culinario sino también por su grabación en Valencia, donde los componentes de la Falla Grabador Esteve-Cirilo Amorós iban a ser los protagonistas juzgando los platos preparados por los participantes. Hasta aquí todo normal, la visibilidad de la fiesta resultaba positiva, se promocionaba el patrimonio cultural que tienen las fallas y todo esto en un programa con unos grandes índices de audiencia.
Entonces llegó la polémica, fue justo según se iban sirviendo los platos que componían el menú en cuestión. Los componentes de la comisión esperaban que eran platos típicos valencianos los que tendrían que juzgar pero nada más lejos de la realidad. Las caras de sorpresa ya comenzaron con el bacalao con piel frita y “sanfaina” que sirvieron de primer plato, una sorpresa que fue en aumento con los canelones “rostit” y que desencadenó en una crema catalana que llevo la incredulidad al máximo nivel. Según declara su presidente Antonio Escrig “nos fuimos enterando del menú según iban sirviendo platos”. Pese a que se anuncia al inicio del programa emitido estos cortes de grabación se realizaron sin la presencia de los componentes de la comisión.
Son muchas las polémicas suscitadas en los últimos tiempos respecto a la confusión por la procedencia u origen de algunas tradiciones , polémicas que se han visto alimentadas con la decisión de la dirección de Masterchef de dar a juzgar a unos valencianos representados por una falla un menú propio de Cataluña. Esta situación ha generado un gran malestar que tal y como asegura Escrig “da rabia que esta experiencia se empañe con la polémica”. La comisión acudía “con orgullo por representar a todas las fallas y promocionar nuestro patrimonio pero el malestar generado supone una situación incómoda”.
