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El Pleno del Ayuntamiento abre el periodo de consulta del Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar

    «Estamos ante un plan de un simbolismo especial para la ciudad, que ha sido una prioridad desde el inicio del mandato, y que supone llevar a su recta final la solución a un problema de urbanismo trasnochado que suponía la destrucción de un barrio entero». El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarriá, ha defendido hoy ante el Pleno Municipal las directrices del Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar, que inicia ahora su periodo de información pública y periodo de consultas.

    La propuesta ha sido respaldada por el Govern de la Nau y por el Grupo Ciudadanos, mientras que han votado en contra el Grupo Popular y la concejala no adscrita, que han manifestado su desacuerdo con el contenido del Plan. Antes del debate ha intervenido Amparo Obiol, portavoz de la asociación Cabanyal Reviu, que ha manifestado el desacuerdo de esta entidad con determinados aspectos del Plan, especialmente en lo referente a la habitabilidad y a la recuperación de la población original o desplazada.

    Ya en el debate, el portavoz popular, Alfonso Novo, ha calificado el documento de «precipitado, incompleto y con errores», y ha asegurado que no dará tiempo a aprobarlo definitivamente antes de concluir el mandato. El edil ha asegurado que el plan «estimula la gentrificación (transformación de un espacio urbano deteriorado o en declive, que provoca un aumento de los alquileres y del coste habitacional), carece de zonas verdes y aislará al barrio con el 'tapón' previsto al final de Blasco Ibáñez». Por su parte, María Dolores Jiménez, concejala no adscrita, ha añadido que al plan «le falta política de vivienda y le sobra política urbanística».

    Los concejales de Ciudadanos Fernando Giner y Narciso Estellés, pese a su voto favorable, también han expresado sus «dudas», y han calificado de «muy deficiente» la gestión del Govern de la Nau en estos años. Ambos han justificado su apoyo «por el bien y el futuro del barrio» y han pedido «diálogo y generosidad» al Gobierno a la hora de gestionar las enmiendas y propuestas que se presenten.

    En respuesta a todos ellos, el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, Vicent Sarriá, ha defendido la solución que plantea este Plan, y ha agradecido «la acción de la sociedad civil, que logró parar el plan anterior, que destruía el barrio e impulsaba su degradación». Tal como ha explicado Sarriá «este Plan se basa en el respeto a todos los rasgos identitarios del barrio; determina las dotaciones públicas mediante la obtención de suelos -sin recurrir a onerosas expropiaciones-; combate la 'turistificación', especialmente en las zonas más sensibles; recupera los espacios públicos; e impulsa una estrategia de recuperación de la población, priorizando las VPP y el parque de alquileres públicos».

    El concejal ha valorado también la amplia participación de la sociedad civil en su elaboración, y ha concluido su intervención calificando la presentación de este Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar de «hecho histórico».

    LA NUEVA ORDENANZA DE MOVILIDAD

    Seguidamente, el Pleno ha debatido y aprobado inicialmente la Ordenanza Municipal de Movilidad, que ha presentado el concejal delegado Giuseppe Grezzi, y que no ha contado con el apoyo de los grupos de oposición. Han votado en contra la concejala Jiménez, quien ha criticado que no se tengan en cuenta todos los actores de la movilidad, según ha afirmado; así como PP y Ciudadanos. Narciso Estellés, de este grupo, ha calificado la norma como «un modelo del caos de movilidad y de decisiones impulsivas», y ha criticado que se traiga ante el Pleno justo al final del mandato. Tanto él como el concejal popular Alberto Mendoza han criticado el texto porque «genera inseguridad en los eslabones más débiles del sistema». Incluso Mendoza ha asegurado que «el peatón no está por encima de todo, dado que se permite a patinetes y bicis ir por las aceras».

    El concejal Grezzi ha rebatido esta afirmación con la lectura del artículo 33.c de la ordenanza, que prohíbe expresamente la marcha de las bicicletas por las aceras; también ha dado lectura al preámbulo del texto, que subraya la protección del espacio público y de las personas. «Éste es el espíritu de la Ordenanza que hoy aprobamos», ha asegurado el edil, quien ha lamentado «la ocasión perdida por la oposición de hacer un debate de altura sobre la movilidad».

    Grezzi ha defendido el trabajo intenso realizado para enmendar una ordenanza, la del año 2010, «que era caótica, prohibicionista y no participada», en sus palabras, y ha recordado que el texto presentado hoy goza de todos los informes técnicos favorables, y ha sido fruto de la participación y la inclusión, ya que ha estimado total o parcialmente 53 de las 136 enmiendas presentadas.

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