La pirotecnia Ricardo Caballer anuncia que no disparará más en España
Tras tres años de meditación, toman esta decisión ahogados por las trabas burocráticas y por la imposibilidad de encontrar personal cualificado
La pirotecnia Ricardo Caballer “enmudece”. Ricasa anuncia que deja de disparar en España debido a las trabas burocráticas, por la cancelación de espectáculos contratados en el último momento y, sobre todo, por la imposibilidad de encontrar personal cualificado.
Una decisión que llega tras tres años de reflexión -lo llevaban meditando desde 2019- y que deciden apostar por la fabricación de producto de calidad en detrimento de los espectáculos pirotécnicos.
“Se ve acentuada esta decisión por situaciones como la cancelación de espectáculos contratados en el último momento cuyos motivos, en muchos casos no compartimos, así como, las trabas burocráticas que nos encontramos (especialmente la dificultad de contratar espectáculos bajo este mismo parámetro “espectáculo” y no como un servicio o suministro) pero sobre todo y muy importante, la dificultad de encontrar personal cualificado para llevar a cabo estos espectáculos”.
En un comunicado explican que en un principio se sopesó la idea de solo realizar espectáculos de mayor envergadura, pero una vez pensado y por el respeto que tienen a todos sus clientes, tanto ayuntamientos como comisiones de fiestas que les han acompañado durante tantos años, se ha decidido no realizar ninguno.
“Gracias a todos por estar siempre ahí y hacernos sentir en cada uno de nuestros espectáculos vuestro calor, y gracias sobre todo a todas las ciudades, pueblos, fiestas... que han depositado su confianza en Ricasa”, sigue el comunicado.
El comunicado termina dejando la puerta abierta a volver: “Somos pirotécnicos y nos gusta disparar, hacer vibrar a la gente con nuestros espectáculos, pero pensamos que es el momento por los motivos anteriormente reseñados, de dejar aparcados en cuanto a espectáculos se refiere, y centrarnos en la fabricación, esperando que la situación sea más favorable y dejando la puerta siempre abierta a una posible vuelta”.
