La Filmoteca del IVAC acerca a Valencia la obra del cineasta independiente Eugène Green
El nuevo ciclo llega en colaboración con el CGAI de Galicia y el Festival Internacional de Cine de Gijón
Durante una semana los espectadores valencianos podrán disfrutar con la obra de un cineasta poético
Se proyectará tres cortometrajes y cuatro películas de este cineasta, escritor y dramaturgo
En colaboración con el Festival Internacional de Cine de Gijón y el Centro Galego de Artes da Imaxe, la Filmoteca del IVAC revisará el cine poético de Green, cineasta, escritor y dramaturgo, y uno de los directores más personales del cine europeo actual, cuya mirada reivindica la mística de maestros como Ozu o Bresson.
El presente ciclo recoge su filmografía completa, desde Le Monde vivant (2003) ganadora del premio FIPRESCI en Londres, a Le Pont des Arts (2004); A religiosa portuguesa (2009); Correspondances (2009) título incluido en Memories, película colectiva galardonada con el Premio Especial del Jurado en Locarno; el filme con el que debutó, Toutes Les Nuits (2001), basado en La educación sentimental, de Gustave Flaubert, y sus cortometrajes Le nom du Feu (2002) y Les signes (2006)
Según le describió la crítica de Cahiers du Cinema-España Elena Duque, “Green es una caso de anacronismo singular”. Según explicaba en un artículo, el creador francés “empieza a filmar como si jamás hubiese visto una película, contando historias que, en la mayoría de los casos, hablan del Espíritu –así, con mayúscula– a través de poco convencionales búsquedas personales y amores platónicos (y a veces, incluso, fantasmagóricos)”.
Para Duque, el creador francés está inmerso en la contradicción barroca entre razón y espíritu. “Sesentayochista por edad, pero de brillante modernidad en sus formas, se siente a gusto en el cine de hoy, aunque bebiendo de fuentes que rebasan, casi siempre, los tres o cuatro siglos de antigüedad. Alta cultura, humor ingenuo, hieratismo bressoniano, sentido de lo sagrado y pensamiento platónico se mezclan en un cine excéntrico, pero de un orden y una pureza vitales”, sostenía Duque.