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El Jurado de los Premios Taurinos de la Diputación otorga a El Juli el trofeo al diestro triunfador de la Feria de Fallas 2010

  • El Jurado tras realizar la votación de los Trofeos taurinos de la Feria de Fallas, emitió un comunicado en defensa de la Fiesta en estos momentos de controversia

El Jurado Taurino presidido por el diputado de Asuntos Taurinos, Isidro Prieto ha hecho público esta mañana el nombre de los destinatarios de los trofeos de la Feria de Fallas 2010, en la que Julián López “El Juli” se ha proclamado como diestro triunfador de la feria.

El Trofeo “Manolo Montoliu” al mejor picador se ha concedido a Manolo Montoliu; el Trofeo “Blanquet” al mejor banderillero en la mejor brega se concede a Juan José Trujillo; el Trofeo “Paco Honrubia” al mejor banderillero en el mejor par es para Curro Molina.

Por otra parte, la votación del jurado ha destacado como mejor novillo al de Fuente Ymbro, con el nombre “Vivero” y marcado con el número 12; el mejor toro, “Bellotito” de Valdefresno, marcado con el número 60; y el Trofeo “Vicente Zabala” a la mejor ganadería, para Fuente Ymbro.

El trofeo “Julio Aparicio” que se otorga al mejor toreo de capa de novillero, se ha asignado a Juan del Álamo, mientras que el jurado ha estimado dejar desierto el trofeo al novillero triunfador del a feria.

El Trofeo Excelentísima Diputación denominado “Jaime Marco, el Choni” para el mejor toreo de capa de matador de toros se ha concedido a José Calvo, el Trofeo “Manolo Martínez” a la mejor estocada de la feria a “El Juli”; el Trofeo “Manolo Granero” a la mejor faena de matador de toros a Enrique Ponce; y por último, el diestro triunfador de la feria “El Juli”.

El Jurado ha estado compuesto por el diputado de Asuntos Taurinos, Isidro Prieto, los diputados Francisco Tarazona y Emili Gregori, que actuaron como vicepresidentes del mismo, y los vocales: Eduardo Altarriba, María Irene Beneyto, José Luis Benlloch, Francisco Brines, Pedro J. Cáceres, Vi9cente Garrido, Vicente Igual, “El Choni”, Juan Martínez, Manolo Molés, Francisco Picó, Francisco Puchol, Rafael Roca, “El Soro”, Vicente Sobrino, Joaquín Soler, Miguel Tatay y José Luis Villanueva.

Este jurado en el que actuó como secretaria Inmaculada Catalá, decidió por unanimidad emitir un manifiesto en defensa de la Fiesta en estos momentos tan controvertidos que declara lo siguiente:

“Declaramos con rotundidad nuestro apoyo a la Fiesta Nacional como sinónimo indisoluble y armonioso de la cultura española con mayúsculas. Una cultura cuyas manifestaciones más hermosas están ligadas a la fiesta, y que gracias a las diversas expresiones artísticas adquiere, día tras día, su verdadera dimensión de leyenda.

Reconocemos que el toreo ha sido y es motivo de profunda inspiración y verdadera musa de artistas de todos los tiempos, superando en sí misma y por su grandeza, cualquier frontera física o ideología política. Y es por ello que hemos compartido y comprendido esa profunda fascinación por la Fiesta de Goya, Picasso y Bergamín, con Ramón Gaya y Antonio Machado, con Alberti y Lorca, con Brines, Barceló y Miguel Hernández.

Evidenciamos que el toreo es un mundo cultural de incalculable valor que ha llevado a esos geniales creadores a expresar sus inquietudes artísticas a través de diversas manifestaciones e interpretaciones y que siempre han revelado la importancia del toreo, de su inconmensurable nobleza y estética. Y es que, ¿quién no es capaz de reconocer la belleza de la tauromaquia entendida por Picasso, tan diferente a la de Goya, Manet, Lucas Villamil o Botero?. En filosofía, Ortega y Gasset no dudó en manifestar que era impensable analizar la historia de España sin considerar las corridas de toros, una pasión a la que se unió la mayoría de la generación del 27, y que llegó incluso al mundo del cine de Hollywood, todavía en sus albores, a través de “Sangre y Arena”, basada en la obra de Blasco Ibáñez, y de la que Rodolfo Valentino llegó a decir que era su mejor película.

Defendemos que los toros son una fuente de emoción estética, de transmisión de conocimiento acerca del vivir, con su peligro y su muerte, con su alegría de luchar y su final trágico, porque su tradición y su nobleza han inspirado el arte de todos los tiempos. Virtudes que resalta el poeta valenciano Carlos Marzal, que añade:” Quien no sepa ver eso, debería pararse a pensar, porque se está perdiendo un motivo de placer, pero sobre todo una fuente de sabiduría”.

Por ello, destacamos que el toreo forma parte de nuestra cultura, no la de unos pocos, sino la de todos, y es por ello que debemos reivindicar su carácter de patrimonio único y demandar la defensa de este arte, que forma parte de la brillante historia cultural española.”

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