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El Aula de Cinema de la Universitat de València retoma la programación anual gratuita

    Después de la pausa veraniega, el Aula de Cinema de la Universitat de València vuelve un año más a ofrecer su programación. El curso se inicia mañana, día 3 de octubre, en el Colegio Mayor Rector Peset, con un ciclo que celebra los 50 años del Festival de Sitges y con otro sobre la amenaza del cambio climático en el Palau de Cerveró. Las sesiones, como siempre, serán de acceso libre y gratuito. Las películas se exhibirán en versión original subtitulada, irán precedidas de una pequeña presentación y serán comentadas en el coloquio posterior.

    Ciclo Sitges: 50 años de terror

    A finales de los años 60, en la época del aperturismo del franquismo tardío y del auge de la España como destino de vacaciones para los europeos más pudientes, la localidad de Sitges celebró una semana de Cine, Foto y Audiovisión que tenía el objetivo principal de servir como reclamo turístico de esta ciudad de la costa de Barcelona. Este acontecimiento sería el germen de lo que al año siguiente (1968) sería la primera edición del ahora mundialmente reconocido Festival de Sitges, que desde entonces se ha celebrado ininterrumpidamente desde hace medio siglo. Concebido en principio como una muestra del mejor cine fantástico y de terror, en los últimos años, sin embargo, Sitges se ha abierto a otras propuestas más abiertas en lo que a representación de otros géneros se refiere, configurando así una apuesta más atractiva y abierta de miras que puede satisfacer a todo tipo de público.

    El ciclo se abre mañana martes, día 3 de octubre, con la proyección de 'El baile de los vampiros' (Roman Polanski, 1967), película que estuvo presente en la primera edición del Festival de Sitges en 1968 y que supone una curiosa incursión de Polanski en el género fantástico con grandes dosis de humor y surrealismo. La siguiente sesión será el martes 17 de octubre, con la película 'Donnie Darko' (Richard Kelly, 2001), filme de culto de un director "maldito" como es Richard Kelly, que habla del difícil paso de la adolescencia a la madurez pero también de la paranoia y la alienación de la juventud contemporánea. La programación seguirá el martes 24 de octubre con 'El arca rusa' (Aleksandr Sokurov, 2002), película que fue recibida con gran interés en Sitges pese a no incluirse en el género fantástico, sino ser más bien un repaso muy personal y metafórico de la historia de Rusia desde el siglo XVIII y que destaca por su pericia técnica al estar articulada en un solo plano secuencia. Por último, el martes 31 de octubre se cierra la programación con 'Drácula de Bram Stoker' (Francis Ford Coppola, 1992), la visión –tan romántica como terrorífica– de uno de los más grandes directores de la historia sobre el personaje de Drácula, que se recuperará en la edición de este año y que además es el elemento principal del cartel que celebra los cincuenta años del Festival de Sitges.

    Ciclo 'Ultimátum al planeta'

    El 24 de octubre tendrá lugar el Día Internacional contra el Cambio Climático, una oportunidad para insistir en la necesidad de concienciar a la población mundial del problema que supone el calentamiento global.

    La programación comenzará el jueves 5 de octubre con 'Una verdad incómoda' (Davis Guggenheim, 2006), documental que tiene como protagonista al ex vicepresidente estadounidense Al Gore, y que hace más de una década ya advertía de los riesgos y las consecuencias del calentamiento global, en especial la amenaza al equilibrio ecológico y a la desaparición de muchos e importantes ecosistemas. La siguiente sesión, el jueves 19 de octubre, será 'Rompenieves' (Bong Joon-ho, 2013), película que utiliza los clichés del thriller y el cine de acción postapocalíptico para hacer una lectura en clave de lucha de clases de lo que sería un mundo sumido en una permanente capa de nieve y hielo. El ciclo terminará, el jueves 26 de octubre, con 'El día de mañana' (Roland Emmerich, 2004), otro filme que se sirve del envoltorio de cine de catástrofes para hacer una advertencia, exagerada y científicamente poco fundamentada pero que también sirve como toque de atención, de las devastadoras consecuencias del cambio climático.

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