Valencia despide al Policía asesinado por el autor del crimen de la maleta

La Catedral de Valencia acogió ayer el funeral de Blas Gámez, el Policía asesinado por un criminal en pleno centro del barrio de Ruzafa. Tal y como ya informó este periódico, el policía fue acuchillado por el presunto autor del descuartizamiento de un hombre que, horas antes, había sido encontrado en un contenedor de la Avenida de Peris y Valero. A la hora de acudir a detenerlo, el hombre de origen sueco que había matado y descuartizado horas antes al peluquero de Xeraco, fue sorprendido por los agentes de la Policía Nacional.

Rápidamente, el asesino sacó un cuchillo y cargó contra el agente fallecido. El compañero de éste disparó en defensa del subinspector causando la muerte del sueco. No obstante, las atenciones médicas posteriores no fueron suficientes para salvar la vida del agente, que falleció a los pocos minutos de estar allí. El Policía fallecido dejó una viuda y dos hijos jóvenes.

Por su parte, los mandos de la Policía Nacional, así como decenas de compañeros, autoridades y miembros del Ejército y la Guardia Civil, le dieron ayer el último adiós en la Catedral de Valencia, en un emotivo acto en el que se lo despidió con marchas militares, la Marcha Real y a al que asistieron decenas de familiares y amigos así como personas que se acercaron hasta la Catedral para, mediante aplausos, despedir el féretro.

Entre las autoridades presentes destacaron la Presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Pilar de la Oliva, el Delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues o la Consellera de Justicia, Gabriela Bravo, entre otras.

Un crimen pasional, posible móvil del crimen

Toda la investigación se inicio a raíz del macabro hallazgo en la citada maleta. Rápidamente los agentes del grupo de homicidios pudieron dar con quien parecía el autor del crimen. El perfil, un sueco que había estado cumpliendo catorce años de prisión en su país natal debido a otro crimen y que, durante su estancia en aquella prisión escribió diversas obras y artículos de novela negra.

En el momento de ser detenido el sueco portaba una maleta con la documentación del hombre descuartizado y diversos objetos personales, por lo que todo parece indicar que iba a deshacerse del mayor número de pruebas posibles del crimen. Por el momento no se ha descartado ninguna hipótesis alrededor del motivo del macabro hecho, no obstante los investigadores barajan un posible crimen pasional derivado de las relaciones mantenidas entre el peluquero asesinado y el expresidiario sueco.