El empate del Valencia ante el Celta (1-1) mantiene el misterio hasta el final

Misterio hasta el último minuto. Intensidad hasta la última jornada. El Valencia quiso poner todavía más emoción al final de la Liga y no cerró su clasificación para la próxima edición de la Champions League en una jornada en la que se esperaba que el premio a la mejor afición de la Liga se coronara con el premio europeo.
No fue así, entre otras cosas porque en Mestalla se presentó un rival muy bien colocado, con buen fútbol y que desde el primer momento quiso demostrar que quería ser uno de los pocos elegidos para llevarse puntos del fortín valencianista.

El Celta no fue un convidado de piedra, pero eso sirvió para que los aficionados del Valencia pudieran disfrutar de un magnífico encuentro de futbol, con muchas opciones y en el que, cierto es, su equipo mereció ganar, pero el Celta no desmereció el empate.

En sólo diez minutos se cambió el guió preparado para la penúltima jornada liguera. Pablo Hernández remataba a la red de Alves un balón servido desde la esquina y enmudecía Mestalla, que estaba preparada para la fiesta.

Sólo quedaba aferrarse a que el Almería se adelantaba en el marcador en Sevilla. No pasaba nada. O sí, porque el Valencia no encajó bien el golpe. Comenzaron las dudas, las pérdidas de balón, las imprecisiones… Y todo ello ante un conjunto muy bien posicionado en defensa y que salía en desbandada al ataque con Nolito y Larrivey. La velocidad de los atacantes celtarras puso en más de un compromiso a la defensa valencianista. Eso sí, Alves tampoco tuvo que intervenir demasiado.

Tampoco Sergio, cuyo trabajo se limitó a atajar algunos centros que le llegaban desde los costados. Sólo la conexión entre Gayá y Alcácer y alguna internada de André Gomes antes de lesionarse mostraron que el meta gallego estaba en buena forma.

Hubo que pasar por la caseta para que el Valencia se replanteara la tarde. Tras el descenso el equipo de Nuno salió convencido de que podía “defacer el entuerto” y dar a la afición ese premio añadido que todos esperaban. Pero, como en tantas ocasiones, el balón no quería entrar. Tuvo que ser de nuevo un defensa, Otamendi, quien comenzara a apartar las meigas que cercaban la meta del Celta en un remate al más puro estilo ariete tras un lanzamiento de falta de Parejo.
Nuno de lo jugó todo. Metió a Negredo por Mustafi y dio vida en la media punta con de Paul.

El argentino probó en varias ocasiones fortuna mientras que el madrileño, como tampoco Alcácer, encontraron el balón ideal para aumentar sus números goleadores. El propio Alcácer tuvo la última del partido un segundo antes de que el árbitro decretara el final.

Pero ayer no tocaba… Quizás porque todo estaba previsto para aumentar la emoción en la última jornada en los Juegos Mediterráneos contra el Almería… que se juega la categoría.

1 - Valencia: Diego Alves, Barragán, Mustafi (Negredo, m.69), Otamendi, Gayà, Javi Fuego, Parejo, André Gomes (Enzo Pérez, m.34), Feghouli, Piatti (De Paul, m.58) y Paco Alcácer.
1 - Celta: Sergio, Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Jonny, Álex López (Sergi Gómez, m.80), Krohn-Dehli, Orellana, Hernández (Borja Fernández, m.60), Nolito y Larrivey (Charles, m.86).
Goles: 0-1, m.7: Pablo Hernández. 1-1, m.71: Otamendi.

Árbitro: Gil Manzano (Comité extremeño). Mostró tarjeta amarilla al local Mustafi y a los visitantes Cabral, Nolito, Krohn-Dehli y Sergi Gómez.