Las Esclavas de María Inmaculada celebran la festividad de su fundadora
La congregación religiosa de las Esclavas de María Inmaculada celebró ayer, viernes, en Valencia la festividad litúrgica de su fundadora, la beata Juana María Condesa, con una misa en su Casa General.
La celebración tuvo lugar en su Casa General, situada en la calle Balmes, 27, de Valencia, y estuvo presidida por José Gerónimo Tébar, párroco de Santo Domingo Savio y San Expédito Mártir, según han indicado hoy a la agencia AVAN fuentes de la congregación.
Asimismo, en la misa participaron, junto con las religiosas, “las mujeres atendidas en la residencia 'Juana María´, regida por la congregación en Valencia, así como antiguas residentes, profesores del colegio Esclavas de María y amigos de la congregación”, han añadido.
Juana María Condesa Lluch nació en Valencia en 1862 y desde que, con 18 años, vio desde una tartana en la que iba a la casa familiar en el barrio de Nazaret a otras mujeres obreras sin recursos en saliendo de industrias, entendió que “su misión era acoger en un hogar lo que otros dejaban en la calle”. Tras superar numerosas dificultades abrió una casa de acogida para mujeres obreras “en la que ofrecer condiciones dignas para poder vivir, así como formación humana y cristiana y una escuela para los hijos de las obreras”.
Con este carisma fundó en 1884 la congregación de las religiosas Esclavas de María Inmaculada e Hijas de Santa Teresa, también conocidas entonces como “protectoras de las obreras”. Juana María Condesa falleció el 16 de enero de 1916 y sus restos mortales reposan hoy en la Casa Generalicia en Valencia. Fue beatificada por san Juan Pablo II en marzo de 2003.
Por último, aunque este viernes las religiosas celebran la fiesta litúrgica de la beata valenciana, “cada 8 de septiembre conmemoramos, igualmente, a la fundadora en el aniversario de su profesión de votos perpetua, que tuvo lugar en 1911”, han precisado las mismas fuentes.
La congregación, en Valencia y en el mundo
Las Esclavas de María rigen la residencia “Juana María”, en la calle Balmes de Valencia, desde la fundación de la congregación en 1884, cuando fue “creada para la atención humana, espiritual y formativa de mujeres obreras sin recursos bajo el carisma de la fundadora”. En la actualidad, la residencia acoge a 40 mujeres que reciben formación básica y apoyo de trabajadoras sociales.
Igualmente, cuentan en Valencia con un grupo de voluntarios “que ofrece clases de español y sobre nuestras costumbres a inmigrantes, en gran parte de países del Este y subsaharianos, y talleres de inserción sociolaboral con asesoramiento para buscar empleo”.
Por otro lado, las religiosas rigen en Valencia el colegio Esclavas de María Inmaculada, que cuenta con cerca de 1.200 alumnos que cursan desde Infantil hasta Bachillerato.
En la actualidad, la congregación está presente en ocho ciudades en España y en otros cinco países: Italia, Chile, Panamá, Perú y Colombia.
