La pirotecnia Gironina realizó un final original para una "mascletà" muy potente

Si en la mascletá de hoy había algo que llamaba la atención a priori en el montaje, era la gran cantidad de material dispuesto por la empresa encargada de dispararla; Gironina.

Estos han disparado por tercera vez en la plaza y han querido dejar su sello personal con un disparo grande, sobre todo en la realización del fuego terrestre, que si bien lo normal es estructurarla en cinco retenciones, esta vez se ha hecho en nada más y nada menos que siete fuegos, comenzando el primero con cinco grupos y terminando el séptimo con la friolera de 34 grupos.

Cuando se disponen tantas retenciones resulta especialmente difícil llevar un ritmo increscendo en el disparo, y es casi necesario montar las dos o tres primeras “en canyeta” (con los truenos de los grupos agrupados en peines) Esta es la razón por la cual desde el público se ha podido percibir algo discontinuo el principio del fuego terrestre, que inmediatamente ha cogido fuerza hasta llegar a su apogeo con una soberbia última retención de gran amplitud, atronadora y rotunda. El terremoto también intenso ha comenzado suave, enlazándose con el cuerpo sin notarse a penas y ha dado paso a un trabajado bombardeo.

Por su parte, los fuegos aéreos iniciales han sido claros, sencillos y algo breves, dando enseguida paso al gran montaje de las retenciones.

Pero sin lugar a dudas lo más interesante ha sido el bombardeo final, en el cual se ha creado una gran fachada de meteoros trazantes rematada con truenos. Una realización original que ya el año pasado crearon pero que éste desde luego han perfeccionado; muy trabajada y ejecutada con limpieza. Cerrando finalmente la disparà con un redondo golpe de truenos.