Un disparo elegante y sobrio de Pirotécnia Lluch

La sexta jornada mascletera de las Fallas de 2014 ha resultado ser un día soleado con cielo azul y con el calor de mediodía típicamente fallero. Hoy era el turno de Pirotecnia Lluch, de Sagunto, que disparaban por segunda vez. El año pasado se estrenaron con una mascletá clásica bien diseñada, y este año han repetido el planteamiento pero puliendo los detalles y cuidando con mimo la disposición de los grupos en el cuerpo central de la misma así como el acompañamiento, el cual han ejecutado sin recurrir a cajas mecanizadas.

Se trata de una mascletá made in Valencia, lo cual tanto el público como los entendidos saben agradecer.

Los de la empresa de Camp de Morvedre han comenzado el disparo con una traca, que al contrario de lo que siempre ocurre, no ha sido un mero trámite, pues ha conducido el fuego al marcaje inicial del disparo. Y tras este golpe inicial perfectamente redondo se han ido sucediendo una serie de principios aéreos sobrios, siempre haciendo gala de los artificios valencianos. Y este cuidar el sonido propio es, al fin y al cabo lo que nos emociona a los valencianos y lo que llevamos grabado en el subconsciente: los sonidos de la mascletá pura.

Pero sin duda lo que ha hecho triunfar a los saguntinos es la belleza en la composición del fuego terrestre, marcando en todo momento un ritmo pausado y solemne con grandes golpeadores cuyas detonaciones se podían percibir con absoluta claridad. Además ha ido creciendo de retención en retención y el acompañamiento en ningún momento ha empañado el transcurrir del fuego por debajo. El clímax terrestre por su parte también ha estado ejecutado con limpieza y sin discontinuidades, y como mandan los cánones, el aparato terrestre ha dado lugar a un intenso bombardeo tradicional, tras el cual la empresa ha retomado la idea del año pasado de disponer unas rotaciones de truenos digitales, pero que esta vez ha realizado con un diseño diferente y muy trabajado; se trataban de dobles rotaciones a la vez, una en cada sentido. Y Para poner punto y final, un certero golpe de truenos y serpentinas al unísono.
En resumen, un disparo que ha hecho aumentar la adrenalina del público, cuyo juicio ha sido unánime en un disparo muy diseñado y con material de calidad