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Rita Barberá pide a Zapatero que el 0,7% del fondo estatal se destine a comedores sociales

Rita Barberá pide a Zapatero que el 0,7% del fondo estatal se destine a comedores sociales
  • La Junta de Gobierno Local aprueba 45 nuevos proyectos, 36 de ellos en lista de espera

La Alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, se ha dirigido por carta al Presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, pidiéndole que el Ayuntamiento de Valencia, y todos aquellos ayuntamientos españoles que deseen seguir su ejemplo, pueda destinar el 0,7% de los 141 millones de euros que le corresponden del Fondo Estatal de Inversión Local, a la adquisición de alimentos básicos para atender a la población más necesitada.

En el caso de Valencia, de ser aceptada esta propuesta, ese 0,7% supondría un total de 985.000 euros que Rita Barberá propone que sean destinados a la compra de alimentos a través de un concurso. Estos alimentos serían distribuidos a lo largo del año 2009 en los distintos comedores sociales que tienen convenios con el Ayuntamiento, en el comedor privado de la iglesia evangelista, en los economatos que existen en algunos barrios de la ciudad o en los Centros Municipales para Personas Mayores donde ya existen comedores sociales.

Rita Barberá ha informado de esta petición en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Junta de Gobierno Local en la que han sido aprobados 45 nuevos proyectos para acometer con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local. Con los 9 primeros se completa el presupuesto de 141 millones de euros, mientras que los 36 restantes quedan en “lista de espera” por si alguno de los 159 proyectos presentados fuera rechazado. En total, los proyectos aprobados hoy suponen 9.300.000 euros.

La Alcaldesa ha recordado que el día 20 acaba el plazo para remitir los proyectos a la Subdelegación del Gobierno, y que la ejecución de todos los que sean aprobados tiene el 23 de abril como fecha límite para el comienzo de las obras. A fecha de hoy, tras la última remesa comunicada con posterioridad a la rueda de prensa de Rita Barberá, se han concedido 130 de los proyectos presentados por el Ayuntamiento de Valencia mientras que en otros 16 casos la Subdelegación del Gobierno ha solicitado documentación complementaria. En este sentido, la Primera Autoridad de la Ciudad ha manifestado su extrañeza ante el requerimiento de más documentación en proyectos como los relativos a colocación y renovación de bancos en distintos barrios de la ciudad o al desarrollo de proyectos de eficiencia y ahorro energético. “Nos extrañan estos requerimientos, cuando en otros lugares se han aprobado proyectos,  por ejemplo, para sustitución de persianas. No me parece bien que haya criterios distintos en las diferentes Subdelegaciones del Gobierno y sí que prevalezcan criterios estatales”.

También ha dicho sentirse extrañada de que no se hayan aceptado los proyectos de cambio en el alumbrado público para sustituir las actuales bombillas por otras de bajo consumo y mayor eficiencia energética.

La asociación valenciana de caridad dobla el número de raciones de comida

La Alcaldesa ha puesto un especial énfasis en explicar el contenido del que ha calificado como “Proyecto 199”, y que no ha sido remitido a la Subdelegación de Gobierno, a la espera de obtener respuesta a la carta enviada al Presidente del Gobierno “ante la gravísima situación de desempleo que hay en España”.

Rita Barberá ha recordado que de los 3.200.000 parados censados en nuestro país, “50.010 están en la ciudad de Valencia, y es una cifra muy alta”. También ha recordado que más de 800.000 de esos parados “ya no cotizan a la Seguridad Social y se están poniendo en peligro las prestaciones sociales”. La consecuencia más extrema de esa “gravísima situación” a la que se ha referido, “es que hay familias enteras que ya no tienen ni para comer”.

Ha calificado como “tremendo incremento” el número de raciones distribuidas en los distintos albergues y comedores sociales. El ejemplo más claro lo ofrece la Asociación Valenciana de Caridad, donde se ha pasado de 3.487 raciones en diciembre de 2006 a 6.942 raciones en diciembre de 2008, “y es seguro que en enero de 2009 se van a superar las 7.000 raciones”.

También se ha referido al cambio de perfil de los ciudadanos que van a estos comedores, donde se ha constatado que además de indigentes y personas sin techo, “están acudiendo ahora trabajadores que han perdido su empleo y familias enteras, incluso niños con uniforme colegial que tras recibir su ración de comida vuelven a la escuela”.

Estas razones han llevado a la Alcaldesa Rita Barberá ha dirigirse al Presidente del Gobierno para que, aunque en principio se trata de un plan destinado exclusivamente a inversiones, este Fondo Estatal que es hijo de la crisis que estamos viviendo incluya “esa propuesta de solidaridad para que cada ayuntamiento pueda destinar el 0,7% de lo que recibe a adquisición de alimentos básicos para distribuir entre los comedores públicos sociales”.

Ha añadido que la propia excepcionalidad que ha justificado la creación del Fondo Estatal de Inversión Local justifica la oportunidad de una propuesta como la que ella lanza desde Valencia para que sea aceptada por el Ministerio de Administraciones Públicas y ese 0,7% pueda ser destinado a la compra de alimentos que distribuyan las entidades cívicas que cumplen ese servicio a lo largo de todo el año.

“Antes de hacer esta propuesta me he examinado a mí misma”, ha manifestado la Alcaldesa, que ha señalado que del presupuesto ordinario del Ayuntamiento de Valencia asciende a prácticamente 4 millones de euros el dinero destinado a políticas de cooperación, asistencia social, ayudas y atención en situaciones de emergencia. “Eso es mucho más del 0,7%”.

Sin restar importancia a la necesidad de la cooperación exterior, la Alcaldesa ha dicho que en estos momentos “tenemos un grave problema aquí, con los que viven aquí, aunque muchos de ellos provengan de esos mismos países a los que se destina la cooperación exterior”.

Un disparate y una provocación

Preguntada Rita Barberá pobre la polémica generada por la posibilidad de  inserción de publicidad a favor y en contra de la existencia de Dios en el transporte público, la ha calificado “a título personal” como “un disparate y una provocación”, señalando a continuación que no es la primera vez que cuando existe un grave y serio problema, siempre se genera otro con la intención de dispersar y trasladar el foco de atención.

“Cuanto mejor sería que ese dinero lo destinasen a obras sociales”, ha dicho la Alcaldesa. “No quiero distraerme ni un solo segundo de los verdaderos problemas que tiene España, cuyo responsable es quien no ha sabido poner los medios para resolverlos cuando estaban avisando, cuando se daban los primeros indicadores de crisis y falta de productividad”.

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