El Centro Municipal de Día ‘Arniches’ recibe la acreditación como espacio “libre de sujeciones”

La Concejala de Bienestar Social e Integración, Ana Albert, ha entregado hoy la acreditación como “Centro Libre de Sujeciones” al Centro de Día Municipal ‘Arniches’, un reconocimiento que destaca y valora el rechazo a utilizar las sujeciones físicas y químicas sobre los usuarios en el centro, “una práctica –ha explicado la Concejala- en la que nuestro país lleva todavía algo de retraso con respecto a otros Estados europeos”.

Acompañada del Defensor del Mayor, José Pelegrí, la Delegada de Bienestar Social ha presidido el acto de clausura de la V Jornada ‘La Saleta In Nova’, que se ha desarrollado a lo largo de la mañana en el Aula Magna de la Facultad de Medicina de Valencia, organizada por el Grupo Empresarial La Saleta, que gestiona el Centro Arniches. Durante su intervención, Albert ha destacado la importancia de este tipo de encuentros especializados, “que contribuyen a difundir las soluciones de vanguardia en el cuidado de nuestro mayores”.

Se define como ‘sujeción física’ en este campo cualquier “limitación de la espontánea expresión o comportamiento de una persona, de la libertad de sus movimientos, de su actividad física, o el normal acceso a cualquier parte de su cuerpo, con cualquier método físico aplicado sobre ella, o adyacente a su cuerpo, del que no puede liberarse con facilidad”.

En este sentido, Albert ha destacado la “modélica cultura empresarial” de este grupo socio-sanitario, “el primero que ha abordado en España la eliminación de las sujeciones físicas y químicas en sus centros”. A este respecto, la Delegada también se ha referido a “la implantación efectiva del Programa ‘Desatar’ de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores que, junto a otras iniciativas como el Programa 12 Metas, son sin duda ejemplo de cambio en la cultura de los cuidados, del tránsito hacia un modelo de cuidados sociosanitarios centrado única y exclusivamente en la persona, en el bienestar de la persona”, ha asegurado.

“Un reto –ha concluido Ana Albert- que debe trascender esta realidad empresarial y convertirse en un objetivo de la sociedad, que nos encamine hacia espacios de convivencia más plenos, más ricos, más respetuosos con nuestros mayores, especialmente cuando necesitan del cuidado de otros”.