elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià

La Alcaldesa asegura estar dispuesta a estudiar la situación de coches y escoltas, pero recuerda que lleva desde 2008 impulsando políticas de austeridad

La Alcaldesa asegura estar dispuesta a estudiar la situación de coches y escoltas, pero recuerda que lleva desde 2008 impulsando políticas de austeridad
  • “Nadie va a presionar a este Equipo de Gobierno ni a darnos lecciones de ahorro”

  • La Primera Edila confirma que se van a seguir analizando todos los gastos, y entre ellos el porcentaje de asesores de que dispone cada Grupo Municipal

“Nadie me va a presionar ni me va a dar lecciones de austeridad. Jamás he obligado a ningún Concejal a llevar escolta, ni ahora ni cuando la época de ‘caza de concejales’ por parte de los terroristas”. Rita Barberá ha intervenido hoy en la polémica que ha marcado la información estival en Valencia respecto al uso de los coches oficiales por parte de la Corporación.

“Lo que tengamos que decidir, lo decidirá el Equipo de Gobierno, que esa es su responsabilidad, y sin presiones”, ha afirmado. “Oiremos a los medios de comunicación, y oiremos sobre todo la realidad de la calle, que la conocemos muy bien porque la pisamos”. En este sentido, ha asegurado que ningún miembro del Gobierno Local se ha dirigido a ella para instarla a eliminar los vehículos oficiales, “pese a lo que se ha publicado en este sentido”, ha afirmado. Sin embargo, la Primera Edila se ha mostrado dispuesta a retomar la situación anterior a los momentos de peligro terrorista. “Y también de otros aspectos, que parece que la panacea sean los coches y los escoltas”.

Por ello, ha indicado la posibilidad de estudiar el porcentaje y el número de asesores que corresponden a cada Grupo Municipal en función de su responsabilidad y representatividad. “No sé si es normal que el Concejal de Urbanismo, por poner un ejemplo, tenga el mismo número de asesores que un Grupo Político que se dedica a ir por la calle a hacer fotos del coche de la Alcaldesa”, ha expresado. “Ni tampoco es de recibo –ha continuado- situaciones como las que vive mi propio partido, el PP, en un municipio gobernado por el Bloc, que no cuenta con ningún asesor, pese a tener 10 concejales, mientras que la coalición gobernante, con 11 ediles, sólo uno más, dispone de un montón”.

“Vamos a hablar de todo”, ha instado la Alcaldesa a la Oposición Municipal, que ha insistido estas semanas en el asunto de los escoltas. Y en este contexto, Barberá se ha mostrado partidaria de “repensar el asunto de los coches, y ver quién conduce en cada caso, a qué actos, quién los puede usar y en qué turnos”, puesto que la Alcaldesa y el Vicealcalde seguirán disponiendo de escolta “y no hay más que recordar las pintadas de ‘Rita muérete’ hace unos meses a la puerta de mi casa –ha señalado- o el intento de acceder al patio interior de mi edificio”. “Austeridad, sí, pero realidad”.

“Vamos a revisar todo lo revisable, y establecer turnos de uso de los vehículos, que irán por orden: en primer lugar los Tenientes de Alcalde por número, en segundo lugar los Portavoces Municipales, luego Concejales del Equipo de Gobierno y, finalmente, Ediles de los Grupos de Oposición”.

La Alcaldesa ha defendido su posición de ahorro y austeridad, y ha rechazado “recibir lecciones de nadie”, y más, ha asegurado, cuando “desde el año 2008 estamos efectuando políticas en este sentido, adelantándonos a la realidad”. De hecho, ya en 2008 “sin acuerdos ni pirámides de demagogia, este Ayuntamiento –ha afirmado- aprobó de manera voluntaria congelar los sueldos de concejales y asesores”.

“Y todo ello, las numerosas medidas de ahorro impulsadas (sueldos, material de oficina, combustible, teléfono…) nos ha hecho un ayuntamiento solvente, que pagamos al día, con el Presupuesto del año”. “Y sin despedir a ningún funcionario –ha matizado- que aún me he tenido que oír reproches por ello, lo cual es el colmo”. En este sentido, Barberá ha expresado su “orgullo por el acuerdo alcanzado en la EMT”, y ha concluido defendiendo la “magnífica gestión del Ayuntamiento, aunque haya a quien no le guste reconocerlo”.

Subir