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Más de 150 niños se han operado en el Hospital General para corregir sus pies mediante la inserción de prótesis

Más de 150 niños se han operado en el Hospital General  para corregir sus pies mediante la inserción de prótesis
  • La prótesis se coloca dentro del pie y se retiran a los dos años, cuando ya está formado

  • La técnica es poco invasiva, requiere breve estancia hospitalaria y permite una rápida recuperación

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Más de 150 niños se han operado en el Hospital General  para corregir sus pies mediante la inserción de prótesis  - (foto 2)

El Hospital General ha operado a más de 150 niños –aproximadamente 15 por año–, con una cirugía que consiste en la corrección del pie valgo mediante la colocación de unas prótesis.

El pie valgo se produce cuando el niño presenta una desviación lateral del talón y puede ir asociado al pie plano. Se caracteriza por un descenso de la bóveda y un desplazamiento de cargas hacia la zona medial del pie.

La ventaja de esta cirugía mínimamente invasiva es que corrige la deformidad del niño en crecimiento, ya que es muy complejo corregirlo en la persona adulta porque la deformación puede hacerse rígida.

“Es una técnica habitual y sencilla en los servicios dedicados, como el nuestro, a la ortopedia infantil. Se indica en los pacientes por debajo de los 14 años de edad, aunque la edad ideal para el perfecto funcionamiento de las prótesis sería entre los 11 y los 13 años”, señala Pablo Badía, responsable de la sección de ortopedia infantil.

El cirujano introduce la prótesis de titanio y polietileno –que mide entre 15 y 20 milímetros– en el espacio conocido como seno del tarso para corregir la situación de los huesos. Tras un periodo aproximadamente de dos años, se retira, cuando el pie ya se ha formado.

“Se indica el la deformidad de pies denominada pies valgos, sean o no planos. Para decidir la cirugía de estos pies el niño debe presentar un valgo severo de los pies, con una medida de ángulo o arco de pie superior a 145º en radiografía realizada en carga y perfil de ambos pies”, añade Badía.

Es una operación rápida, que requiere breve estancia hospitalaria y tiene una rápida recuperación. En el postoperatorio, el niño debe proteger el pie mediante inmovilización rígida con férulas de escayola durante cuatro semanas.

Pasado ese periodo, y mientras lleve las prótesis puestas, el niño puede realizar vida normal, incluida la vida deportiva.

Importancia de corregir el pie
El pie es un órgano importante porque determina la marcha, la orientación en el terreno, el sentido antigravitatorio y hasta la temperatura.

Una persona con pie plano valgo, en su desarrollo ya adulto, puede padecer de juanete, de metatarso caído y de los denominados dedos en martillo. Por lo general, si no lo corrige a tiempo, no tendrá una marcha correcta y presentará una alteración biomecánica en todo su organismo.

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