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Un matrimonio valenciano de 75 años dedica sus fines de semana a los reclusos de Picassent

  • Desde hace dieciséis años

Rafael Lorente y Chelo Santamaría, matrimonio valenciano, ambos de 75 años de edad, dedican sus fines de semana a atender y ayudar a los reclusos de Centro Penitenciario de Picassent, desde hace dieciséis años.

Rafael y Chelo, que han cumplido este año sus bodas de oro, son voluntarios de la prisión, a donde se desplazan los viernes y sábados por la tarde para compartir su tiempo libre con “nuestros amigos los presos”, según los califican en el número de esta semana del semanario diocesano Paraula.

Durante sus visitas realizan una “celebración de la Palabra con las lecturas del domingo”, en la que participan también presos ortodoxos y evangélicos, a los que Chelo invita. “También se acercan musulmanes y yo les digo que si se sienten bien aquí, que suban, porque Jesucristo no tiró a nadie a la calle”, asegura Chelo.

Los años de voluntariado les han permitido ayudar a los reclusos a “encontrar a algún familiar, arreglar matrimonios”, así como “aconsejarles y resolverles problemas”, según señala el matrimonio que se siente “muy contento y orgulloso” de la labor que realizan.

Igualmente, Rafael y Chelo reconocen la alegría que despierta en ellos mismos y en los presos su visita semanal. “Vemos que ellos nos quieren, nos esperan semana tras semana, nos mandan cartas, y se desviven por nosotros, nos dan la mejor silla, nos acercan el ventilador, nos ofrecen si queremos agua fría, se interesan por nosotros y nos cuidan como si fuésemos también un poco sus abuelos”, han añadido.

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