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Una ciega soltera de 55 años y su hija adoptada, también invidente, participan en un campamento de verano para discapacitados

Una ciega soltera de 55 años y su hija adoptada, también invidente, participan en un campamento de verano para discapacitados
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    Una ciega soltera de 55 años y su hija adoptada, también invidente, participan en un campamento de verano para discapacitados - (foto 2)
    Una mujer ciega de 55 años de edad, soltera, y su hija, también invidente, que adoptó hace 15 años cuando la niña tenía dos, participarán este verano en una colonia de verano en Santander organizada por la Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad de Valencia (FRATER), junto a una treintena de personas con discapacidad.

    Adoración Muñoz Donoso nació ciega en la localidad de Valdepeñas (Ciudad Real) y ha residido durante gran parte de su vida en la localidad alicantina de Alcoi, aunque en la actualidad reside en Sevilla, en donde permanece actualmente con su hija adoptada e invidente como ella, a la que dio el nombre de Alegría.

    Ambas se desplazarán este fin de semana a Valencia para sumarse al campamento de FRATER que se desarrollará del 1 al 10 de agosto en Santander y partirá en autobús el domingo por la noche.

    Después de haber trabajado como telefonista de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) en Alcoi, así como vendiendo cupones y ayudando en asociaciones de discapacitados, “Dori” Muñoz, como le conocen amigos y familiares, asegura que “lo más importante es fiarse de la vida, comprometerse con ella, contar con la ayuda de Dios y seguir hacia delante”, según ha indicado hoy en declaraciones a la agencia AVAN.

    Desde siempre “tuve claro que ayudar y dar amor es entregarse por completo a los demás y a quienes más lo necesitan”, por eso, “a pesar de las dificultades, decidí independizarme y adoptar a una niña con discapacidad”. Las circunstancias “hicieron que llegara a la ONCE el caso de esta niña con retinosis pigmentaria, y microcefalia de nacimiento, hija de padre drogodependiente, de Colombia”, a donde viajó “Dori” con 39 años para legalizar todos los trámites de la adopción.

    En la actualidad, su hija tiene 17 años y ha estudiado tanto en colegios de educación integrada como en internados de la ONCE. “Nunca nos ha pasado nada, y hemos funcionado solas, aunque con la ayuda a veces de familia y vecinos”, ha asegurado.

    Según “Dori” Muñoz, “no hay que hacer de la ceguera, ni de ningún problema físico, algo triste, sino vivir el presente con esperanza”. Ahora, entre uno de sus objetivos figura “dar a conocer mi situación: es mi misión, con mi testimonio, animar a otros a que luchen, dejen atrás sus miedos, y puedan adoptar niños con discapacidad, porque, desgraciadamente, son los menos solicitados y queridos en las residencias y orfanatos”.

    Junto a Dori Muñoz y su hija Natalia Alegría Muñoz participarán en la colonia de verano de FRATER 35 invidentes y parapléjicos.

    Los participantes, que viajarán a bordo de un autobús adaptado, proceden de diversas localidades de la diócesis, según han indicado hoy a la agencia AVAN fuentes de FRATER que aunque irán acompañados de algunas personas de apoyo, han expresado la necesidad de contar con más voluntarios “porque esta ayuda siempre es muy necesaria”.

    En el campamento, que se desarrollará en una casa de los religiosos Pasionistas, los asistentes participarán en actividades lúdicas, juegos de mesa y talleres de formación, “en los que se combinará el ocio, con excursiones culturales, y el descanso, con la oración”, según han indicado hoy a la agencia AVAN fuentes de FRATER.

    Junto a las personas con discapacidad y los voluntarios, viajará también el sacerdote consiliario de la entidad August Monzón.

    FRATER, 66 años de atención a discapacitados
    FRATER es un movimiento de apostolado seglar, integrado en el de la Acción Católica, que cuenta en la diócesis de Valencia con cerca de 200 integrantes y simpatizantes. Su objetivo es “fomentar la integración social y eclesial de enfermos y discapacitados mediante una relación lo más igualitaria posible, y no de mero asistencialismo, entre los miembros afectados y los no afectados”, según las mismas fuentes. También desarrollan a lo largo del año, excursiones culturales, convivencias y reuniones mensuales de formación integral.

    La fraternidad, fundada en 1945 por el sacerdote francés Henri François, se implantó en Valencia hace más de 50 años impulsada por el jesuita valenciano Manuel Duato, “llamado cariñosamente 'el padre quitapenas' por su gran entrega y alegría”, según las mismas fuentes. Duato también extendió el movimiento por numerosos países iberoamericanos.

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