Jesús Vega de la Falla cierra el ciclo de conferencias directivas de Cámara Valencia
Más de cincuenta empresarios y directivos han asistido hoy a la conferencia de Jesús Vega de la Falla que cierra el Ciclo de Conferencias para Directivos organizado por Cámara Valencia en colaboración con Caixabank. Conferenciante, escritor y business angel, Vega ha sido Director de Humanos del Grupo Inditex (Zara, Pull & Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho, Zara Home…), donde ha contribuido a su expansión en más de 60 países. Como profesional y directivo de Recursos Humanos, también ha trabajado en Banco Santander y Hewlett-Packard.
En sus intervenciones, al igual que en su libro, “La empresa sensual”, defiende la aparición de un nuevo poder, el de las empresas que hacen valer su atractivo, que han sabido ser interesantes y parecerlo, a través de acciones muy diferentes, pero con un factor en común: el ejercicio de la seducción, como estrategia empresarial.
En su conferencia, Jesús Vega ha explicado que las empresas, hasta ahora, se han organizado copiando el modelo del ejército, “autoritarias, jerárquicas, poco creativas y machistas”. Esta forma de organizarse tiene poco que ver con la realidad actual, dominada por un consumidor que tiene todo el poder y sabe que puede imponerse ante las grandes empresas. La generación de los millenials, jóvenes de entre 20 y 35 años que se hicieron adultos con el cambio de milenio, tienen hábitos de consumo propios: prefieren la bicicleta al coche y las experiencias a la acumulación de objetos. “No quieren matarse a trabajar para comprar cosas que no les hacen felices”.
¿Cómo van a responder las empresas a este nuevo consumidor si está organizada como en el ejército?, se pregunta Jesús Vega. Para el conferenciante, las empresas son organizaciones humanas, con cerebro y corazón, y deben recuperar las emociones y los sentimientos, seducir, crear lazos emocionales que van más allá del producto o servicio que prestan. Este nuevo modelo de empresa conecta con las personas y, posteriormente, obtiene de ellas los objetivos marcados. Por encima de todo, clientes, empleados, accionistas y proveedores son personas y actúan en consecuencia. Para adaptarse a estos nuevos retos, han de cambiar su papel de instituciones formales por una imagen que seduzca permanentemente a todos.
