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Se instalan nuevas espiras para medir la intensidad de tráfico y mejorar la circulación viaria

    La Sección de Regulación de la Circulación ha instalado cinco nuevas espiras de medición de la intensidad de tránsito rodado en la ciudad, con el objetivo de mejorar la calidad de la circulación. Se trata de medidores que, embebidos en la calzada, permiten cuantificar de forma continua el paso de vehículos, determinando el tiempo que tardan éstos en pasar por encima de ellos, lo que permite evaluar el estado del tráfico de un tramo: fluido, denso o congestionado.

    Esta actuación se ha ejecutado en el marco del contrato de “Servicio de gestión inteligente del tráfico en la ciudad de Valencia”. Tal como ha explicado el Delegado de Circulación y Transportes, Alberto Mendoza, la implantación de este tipo de dispositivos responde al objetivo “de minimizar la demora del tráfico rodado, así como mejorar la regulación de la circulación viaria”.

    Las nuevas espiras se han colocado en la calle del General Llorens (entre las calles Periodista Gil Sumbiela y avenida del Ecuador), calle Carteros (entre la avenida del Primero de Mayo y la calle Doctor Tomás Sala), Jerónimo Muñoz (entre Carcagente y Gaspar Aguilar), y en el paso inferior de la avenida del Cid en sentido de salida.

    Estas cuatro zonas están gestionadas mediante un sistema de Generación Dinámica de Planes, con lo que ha quedado completa la red de detectores en estas áreas. Los medidores alimentan a un proceso informático que, a través de complejos algoritmos, genera los planes de tráfico que de forma dinámica se envían a los reguladores que controlan los semáforos.

    En total, Valencia cuenta con más de 3.000 espiras electromagnéticas repartidas por toda la red viaria, que registran los parámetros característicos de tráfico de cada uno de los puntos de medición, tales como el número de vehículos totales que pasan, la velocidad de circulación de los vehículos, y el tiempo de ocupación. Todo ello busca mejorar de forma eficaz la gestión del comportamiento de tráfico y, por tanto, aminorar los problemas derivados de la congestión circulatoria y otros incidentes.

    Estos sistemas de detección también se utilizan en los carriles-bici, a fin de contabilizar el número de bicicletas que transitan a lo largo del día por un tramo en concreto.

    Para llevar a cabo la toma y el registro de datos, estas espiras están conectadas a un detector de tráfico situado en un armario lateral, que permite enviar al Centro de Gestión de Tráfico las correspondientes señales que se producen, en tiempo real, para su posterior procesamiento.

    Aunque ésta es la tecnología que se está utilizando en Valencia desde hace años para alimentar de datos al Sistema de Gestión de Tráfico, el CGT está evaluando la toma de datos a través de nuevas tecnologías basadas por ejemplo en la visión artificial.

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