El hospital Pare Jofré es pionero en tratar la disfagia con electroestimulación
Llombart: "Más de un tercio de los pacientes atendidos padece disfagia"
Un total de 61 pacientes del Pare Jofré han sido tratados con unos electrodos en la laringe para rehabilitar los músculos encargados de la deglución
El conseller de Sanitat, Manuel Llombart, ha destacado hoy que más de un tercio de los pacientes atendidos en el hospital Pare Jofré de Valencia padece disfagia o dificultad para deglutir alimentos sólidos y líquidos. Llombart ha realizado estas declaraciones en la inauguración de las "II Jornadas de Atención a la Disfagia" que, organizadas por el hospital Pare Jofré, se han celebrado en la Escuela Valenciana de Estudios para la Salud (EVES).
Llombart ha resaltado "la importancia de la atención a la disfagia que llevan a cabo los profesionales del Hospital Pare Jofré, centro sanitario pionero en la Comunitat en la valoración clínica de esta sintomatología y su tratamiento mediante electroestimulación".
De este modo, a través de la Unidad de Dietética y Nutrición, el hospital Pare Jofré ha realizado un total de 2.407 valoraciones de disfagia desde 2006 hasta el primer semestre de 2013. El número de valoraciones realizadas en el centro ha ido aumentando progresivamente hasta alcanzar las 469 realizadas en 2012, frente a las 108 efectuadas en 2006, lo que supone que actualmente existe una prevalencia de disfagia en el hospital de un 35,6%, es decir, de más de un tercio de los pacientes.
Asimismo, el hospital Pare Jofré ha aplicado el tratamiento mediante electroestimulación de la disfagia a un total de 61 pacientes desde el inicio de esta terapia en 2012. Este método consiste en la utilización de un dispositivo mediante el que se colocan unos electrodos en la laringe del paciente para rehabilitar los músculos encargados de la deglución y que éste vuelva a tragar sin dificultad.
La valoración y el tratamiento de la disfagia se aplican siguiendo un protocolo establecido y siempre que las circunstancias personales del paciente lo permitan. Generalmente, son necesarias 20 sesiones de 60 minutos, en las que el paciente recibe la estimulación eléctrica a través de los electrodos colocados sobre los músculos deglutorios afectos. Además, durante ese tiempo se realiza la rehabilitación logopédica tradicional.
Más de 150 profesionales
Los objetivos de estas jornadas, que han reunido a más de 150 profesionales, han sido, por un lado, revisar la dilatada experiencia de este centro sanitario, que en 8 años ha formado a muchos profesionales e iniciado a otros en el manejo de la disfagia y, por otro, abordar el cuidado de este síntoma que está presente en numerosos pacientes atendidos en los hospitales de crónicos y larga estancia (HACLEs), pero también en otros contextos asistenciales (hospitales de agudos, domicilios, residencias).
En los HACLEs son muy frecuentes aquellas patologías en las que uno de los síntomas predominantes es la disfagia (enfermedades neurodegenerativas, musculares, accidentes vasculares cerebrales, enfermedades del aparato digestivo, tumores). A su vez, las consecuencias de la disfagia pueden ser tanto la desnutrición como un elevado riesgo de neumonías por aspiración e infecciones respiratorias. Se la relaciona, además, con mayor discapacidad, estancias hospitalarias prolongadas y mayor mortalidad.
Por ello, es fundamental un diagnóstico precoz y la instauración de un tratamiento eficaz que incluya maniobras posturales, soporte nutricional y rehabilitación.
Su diagnóstico y tratamiento requieren un abordaje multidisciplinar. Los cuidados esenciales son dietéticos, para garantizar una buena nutrición, posturales, para disminuir aspiraciones y evitar infecciones respiratorias, y formativos, orientados al cuidador principal.
Por último, también se ha abordado la valoración y tratamiento de la disfagia en los hospitales de agudos y en las unidades de enfermos críticos, donde la estancia del paciente es limitada o reducida, y se precisa de una valoración rápida y eficaz; en su domicilio, cuando padecen disfagia como proceso crónico; y en las residencias de ancianos, donde la disfagia es altamente prevalente y donde los cuidados que se dedican a estos mayores son fundamentales para evitar complicaciones y mejorar su calidad de vida.
