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Un estudio internacional liderado por la UPV reclama un mayor control de las emisiones de metano a la industria estadounidense de extracción de gas y petróleo

Un estudio internacional liderado por la UPV reclama un mayor control de las emisiones de metano a la industria estadounidense de extracción de gas y petróleo
  • La cuenca Pérmica de EE UU, zona de extracción de gas y petróleo situada entre Texas y Nuevo México, genera probablemente el mayor volumen de emisiones del mundo

  • En el estudio, se han detectado enormes plumas de metano en esta zona utilizando una nueva tecnología: los satélites hiperespectrales

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Un estudio internacional liderado por la UPV reclama un mayor control de las emisiones de metano a la industria estadounidense de extracción de gas y petróleo - (foto 2)

Un equipo de la Universitat Politècnica de València (UPV) ha liderado un estudio internacional que pone de manifiesto la necesidad de aumentar el control en las industrias de extracción de gas y petróleo en Estados Unidos para reducir su impacto medioambiental en el planeta.

En particular, la industria del gas y petróleo es responsable de un gran porcentaje de las emisiones de metano de origen antropogénico a nivel global. La eliminación de estas emisiones ha sido señalada recientemente por la ONU como una medida clave en la lucha contra el cambio climático.

El trabajo, liderado por investigadores del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA) de la UPV y que publica hoy la revista Science Advances, se centra en la cuenca Pérmica de EE UU, zona de extracción de gas y petróleo situada entre Texas y Nuevo México. Esta cuenca genera el mayor volumen de emisiones de metano de los EE UU, y probablemente del mundo.

Una nueva tecnología de satélite permite detectar plumas de gran magnitud

Utilizando técnicas de observación desde satélite, el estudio concluye que un gran porcentaje de las emisiones de metano de esta región proceden de un número limitado de puntos de emisión –equipamientos como tanques de almacenamiento– y que los pozos de extracción más nuevos producen más emisiones que los antiguos.

“Detectamos emisiones más extremas en las instalaciones que comenzaron a producir en 2018 o más tarde que en las anteriores. Es un resultado cuanto menos sorprendente si tenemos en cuenta que el número de pozos productores anteriores a 2018 representa el 65% del total de pozos activos. Hemos cuantificado estas emisiones y las nuevas explotaciones emiten el doble de metano que las anteriores a 2018”, apunta Luis Guanter, investigador del Instituto IIAMA de la UPV y uno de los coordinadores del estudio.

El estudio concluye también que los procedimientos de quema del excedente de gas son ineficientes, al detectarse fuertes emisiones de metano a pesar de que el proceso de quema de gas está activo.

“De todo esto se puede inferir que puede haber un desequilibrio entre la capacidad de extracción de combustible y la de su almacenamiento”, apunta Luis Guanter, quien añade además que espera que estos resultados ayuden a ejercer mayor presión para aumentar y mejorar el control de los procesos en esta industria, tanto en los EE UU como a nivel global.

Satélites hiperespectrales

En su estudio, el equipo liderado por la UPV ha empleado "satélites hiperespectrales" que permitieron cubrir las emisiones de una región entera, en este caso, la cuenca Pérmica. Esta metodología ya se está aplicando a otras zonas de extracción de combustibles fósiles (gas, crudo y carbón) como Turkmenistán, Argelia y la región Shanxi de minas de carbón en China.

“La ventaja de utilizar satélites para la detección de emisiones, en comparación a las campañas de medición terrestres o las aéreas –mediante la colocación de sensores en aviones o helicópteros- es que podemos cubrir grandes áreas en muy poco tiempo y volver a observar la zona durante largos periodos, mientras el satélite siga activo”, destaca Itziar Irakulis Loitxate, investigadora también del IIAMA-UPV y coordinadora junto a Guanter de este trabajo.

Ambos señalan además que esta metodología puede ser especialmente valiosa en zonas remotas como los campos de gas y petróleo del norte de África o el Medio Este, donde las campañas terrestres y aéreas son mucho más complicadas de realizar y las emisiones pueden pasar fácilmente inadvertidas.

Con la participación de 12 entidades de todo el mundo

En el estudio han participado investigadores de 12 entidades distintas: además de la UPV, han colaborado el Shanghai Institute of Technical Physics (China); la Harvard University (EE UU); la empresa GHGSat (Canadá); el Netherlands Institute for Space Research (SRON, Países Bajos); la Westlake University y el Westlake Institute for Advanced Study (ambos de Hangzhou, China); el California Institute of Technology (CalTech, EE UU); la Arizona University (EE UU); el Environmental Defense Fund (EEUU); la Nanjing University (China) y el German Research Center for Geosciences (GFZ, Alemania).

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