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El diputado de Cultura, Xavier Rius, aclara la postura de la Diputació sobre transferencias

    El diputado de Cultura, Xavier Rius, y el director del Museu Valencià de la Il·lustració de la Modernitat (MuVIM), Rafael Company, han comparecido ante la prensa para aclarar el posicionamiento de la Diputació de València en relación a las informaciones aparecidas recientemente en distintos medios de comunicación referidas a la transferencia del MuVIM.

    Xavier Rius se ha mostrado tajante: «no me he sentado a hablar con ningún responsable de la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte para la transferencia del MuVIM». Asimismo, ha incidido en que «tanto en nuestro programa como en el de todas las formaciones políticas que integramos el actual equipo de gobierno, incluíamos el adelgazamiento de las diputaciones, y por ello, estamos estudiando las posibilidades existentes, pero a estas ahora no se ha concretado nada en lo relativo a los servicios y organismos dependientes del Área de Cultura».

    Asimismo, el diputado ha confirmado que «el proyecto del MuVIM es intocable y no está en peligro. Aunque el museo es muy deseado, mantendremos el espíritu por el que se creó: ser un referente en el ámbito de la Ilustración y de la Modernidad», ha remarcado.

    Por su parte, el director del MuVIM, Rafael Company, ha recordado que «la fuerza del centro expositivo actual radica en la absoluta libertad de programación que hemos tenido los decisores del museo, sin intromisiones, al contrario, por parte de nuestro diputado de Cultura. Y en las miles de personas que nos visitan, cada vez más, y nos quieren. Que nos son fieles y que, continuamente, nos animan a superarnos. Que nos han convertido en la referencia museística que somos y seremos».

    En última instancia, el responsable del MuVIM ha apuntado que «tal vez la clave del problema, de estas controversias tan artificiales, reside precisamente en el hecho de que se pretenda dedicar un museo a la Ilustración —en la libertad de pensamiento— en un país empapado de contrareformismo, y de 'meninfotisme', como el nuestro», ha concluido.

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