La Diócesis de Valencia clausura su Sínodo el día en que el Papa Francisco convoca el Sínodo de los Obispos
Cardenal Cañizares: “la pandemia, que ha cambiado nuestros usos y costumbres, tiene influencia directa en la manera de vivir el cristianismo”
Más 200 miembros y alto consenso para impulsar la renovación de la diócesis en líneas “realistas y eficaces”
El día que el Papa Francisco anuncia el proceso sinodal de la Iglesia universal, Valencia clausura el Sínodo diocesano, tras dos años de trabajos. En 2023 tendrá lugar la XVI Asamblea General ordinaria del Sínodo de los Obispos con el lema "Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión", donde el primer nivel de ejercicio de sinodalidad se lleva a cabo en Iglesias particulares. La Diócesis de Valencia ha venido precisamente trabajando este camino sinodal, que como recordó el Papa Francisco, "se convierte en una expresión de colegialidad dentro de una Iglesia completamente sinodal".
En la conclusión del Sínodo, el Arzobispo de Valencia, cardenal Antonio Cañizares, señaló la necesidad de que este Sínodo Diocesano “suscite una nueva primavera, un aire fresco, un renovado Pentecostés en esta Iglesia que peregrina en Valencia, como lo hizo con la Iglesia del Concilio Vaticano II”.
El cardenal aseguró que en el final del Sínodo, como señala el Instrumentum Laboris, “la sociedad se ha visto afectada por la pandemia del covid-19, que ha trastornado nuestros usos y costumbres y ha tenido, sin duda alguna, influencia directa en la manera de vivir el cristianismo”.
Este fenómeno “ha creado nuevas pobrezas, nuevas soledades, y necesidades, que interpelan a los cristianos. La solidaridad de muchos cristianos ha sido ejemplar, pero necesitamos estar preparados para imprevistos que, por razones de fuerza, y no de ideología, nos obliguen a vivir el cristianismo de nuevos modos y con nuevo estilo”.
Este fenómeno obliga a nuestro Sínodo a señalar “caminos para vivir la vida cristiana en tiempo de crisis, sobre el valor fundamental de la comunidad cristiana y su proyección caritativa y social, sobre la compañía al alcance de todos de la Palabra de Dios, sobre el buen uso de los medios telemáticos, y sobre el valor de la oración como experiencia vital de la fe”.
Más de 200 miembros y alto consenso en las votaciones
El cardenal Cañizares, que procederá a la promulgación de las constituciones sinodales, fruto del Sínodo Diocesano, agradeció al término de las votaciones el “alto consenso alcanzado, que demuestra la necesidad de impulsar la renovación de la diócesis, líneas de acción que persiguen ser “realistas y eficaces”, y que “sean generadoras de otras posteriores en lo sucesivo”.
La Asamblea del Sínodo Diocesano, integrada por más de 200 miembros sinodales, ha aprobado con el respaldo del 90 por ciento, cuarenta líneas de acción para impulsar la renovación de la archidiócesis de Valencia, tras dos años de trabajo desde la convocatoria del Sínodo Diocesano en octubre de 2019.
Las propuestas estaban referidas, como señala el “Instrumentum laboris” a la necesidad de tener evangelizadores con formación, sentido pedagógico y competencia misionera; la importancia del acompañamiento, la urgencia de una coordinación pastoral y el necesario diálogo con la sociedad desde una escucha y acogida.
En la Vigilia de Pentecostés celebrada en la iglesia del Seminario de Moncada, tras la Asamblea celebrada en el paraninfo de la Universidad CEU-Cardenal Herrera, el cardenal pidió que la nueva tarea “nos haga ser testigos de Jesucristo y que lo hagamos con una alegría grande, incontenible”.
La eucaristía en la tarde del domingo en la Catedral clausura el Sínodo Diocesano.
