Compromís considera preocupante la situación financiera de la EMT y exigen un contrato programa con el Estado
Compromís ha considerado, a la salida del consejo de administración de la EMT, la situación de la empresa municipal como preocupante y ha exigido que de una vez se firme el contrato programa para el transporte metropolitano de Valencia, que tienen otras ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla o Malaga.
De los datos recogidos en la memoria Joan Ribó, portavoz de Compromís, ha destacado que el Ayuntamiento no ha aprobado todavía 41,9 millones de euros de aportaciones complementarias a la EMT realizadas entre 2006 y 2013, la última por 2,3 millones en 2013. Además la empresa municipal ha eliminado doce autobuses de la flota y sólo ha encargado dos nuevos, que estarán disponibles durante el 2014.
Además la Generalitat Valenciana debe 521.486 euros a la EMT por la venta de títulos combinados correspondientes a los años 2012 y 2013. Los ingresos por publicidad de la EMT en 2013 se han reducido en un 40% respecto al 2012, pasando de los 3,1 millones de euros a los 1,8 millones de euros.
Finalmente del total de la partida presupuestaria municipal para la EMT del 2014, 54,4 millones de euros, en los dos primeros meses del año ya se han gastado 13 millones. A los que se habría que sumar los 5 millones de los anticipos que hizo la Junta de Gobierno Municipal en el mes de noviembre de 2013 sobre la aportación del 2014. El 33% del presupuesto ya se ha gastado a 28 de febrero de 2014, cuando aún quedan diez meses del año por delante.
Joan Ribó, portavoz de Compromís, ha declarado: ”Es necesario exigir un contrato programa con el Ministerio de Fomento para el transporte metropolitano de Valencia. La situación de la EMT es preocupante y es necesario el esfuerzo de todos para solucionarla. No puede ser que en dos meses se haya consumido el 33% de la partida presupuestaria para la EMT. La situación actual es muy complicada, y más todavía para el sector publicitario, pero la empresa municipal tendría que tomar medidas por la reducción de un 40% de los ingresos publicitarios en doce meses”.
