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Carmen Aranegui plantea un debate sobre la construcción de las identidades a través de las culturas ibéricas

Carmen Aranegui plantea un debate sobre la construcción de las identidades a través de las culturas ibéricas

    Carmen Aranegui, catedrática de Arqueología de la Universitat de València, participará mañana jueves, día 18 de abril, en los debates de Claustre Obert, con la conferencia ‘Lo cultural y lo nacional. Los iberos, arqueología e identidad’, a propósito de su último libro ‘Los iberos ayer y hoy. Arqueologías y cultura’ (Editorial Marcial Pons). La charla se celebrará en el Aula Magna del Centre Cultural La Nau, a las 18:30 horas. El acceso es libre y podrá seguirse en directo por la televisión de la Universitat (http://mediauni.uv.es/tv).

    La arqueología juega un papel clave en la construcción del paradigma identitario. ¿Quién y cómo se construye el sentimiento de pertenencia en este mundo globalizado? ¿Nos atrae más lo que nos es propio? ¿Podemos pertenecer simultáneamente a varias culturas? Son algunas de las cuestiones que plantea Aranegui y sobre las que se reflexionarán en la conferencia del jueves. El debate estará presentado por Antonio Vizcaíno, investigador del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universitat de València, y moderado por el vicerrector de Cultura e Igualdad de la Universitat de València, Antonio Ariño.

    En NAU XXI, el think tank universitario del Vicerrectorado de Cultura e Igualdad de la Universitat de València (http://nauxxi.uv.es) y como antesala al debate, se recogen una serie de documentos al respecto: las primeras páginas del libro de Carmen Aranegui, un informe sobre esta temática realizado por la catedrática ex profeso para esta plataforma universitaria de debate online y algunas de sus contribuciones de en medios de comunicación.

    En ‘Los iberos ayer y hoy. Arqueologías y cultura’, Aranegui propone una lectura plural de las culturas ibéricas. Las culturas de los iberos han despertado el interés de historiadores y arqueólogos desde finales del siglo XIX, cuando quedaron unidas al sentimiento de pertenencia de los españoles, con múltiples acepciones, reflexiones y conclusiones. Las investigaciones de este libro sirven de base para referirse al proceso poliédrico que dio lugar a las Culturas Ibéricas y la multiculturalidad en general.

    La arqueología ibérica contemporánea ha multiplicado exponencialmente su archivo escultórico, pictórico, epigráfico, numismático… y se ha esmerado en tratarlo con métodos avanzados no tanto para inventar una identidad sino para presentar una sociedad estructurada, la primera en el ámbito peninsular.

    En este libro la profesora Aranegui quiere poner en conocimiento del público los contenidos (historiografía, epigrafía, paisaje, ocupación del suelo, necrópolis, santuarios, arte...) que sirven de base para referirse a la proceso poliédrico que dio lugar a las Culturas Ibéricas, en plural. En unos casos el hábitat arqueológico propiamente dicho se convierte en el argumento de peso a favor de una determinada propuesta; en otros, se trata de un monumento funerario, santuario o tesoro de orfebrería, susceptible de revisión desde posicionamientos poscolonialistas que abogan a favor de una pluralidad de imaginarios étnicos con elementos, no obstante, transversales.

    En el trascurso del tiempo, la identidad esencialista consideró a los iberos antepasados históricos de todos los españoles o de una parte de los mismos, pero este enfoque está hoy en vía muerta en los foros profesionales. De acuerdo con la autora “ese todo ibérico fue inventado por los romanos sobre la base de afinidades socioculturales preexistentes y discernibles de otras”. Como casi todo lo establecido por los romanos, explica la profesora Aranegui, “el etnónimo ibero ha sido objeto de consideración y estudio desde el siglo XVIII, a menudo al margen del cuestionamiento sobre cuándo y cómo se acuñó y, especialmente en la primera mitad del siglo XX, con connotaciones racistas”.

    En el planteamiento de esta obra, para inventar un estado de la cuestión mejor adaptado a la interpretación del pasado ibérico, una obra en la que Aranegui ha puesto no solo empeño sino también convencimiento y pasión.

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