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La Basilica de la Virgen reanuda mañana las vigilias de oración de jovenes con el arzobispo ante la Mare de Déu

  • A las 22 horas, con el acompañamiento musical de los seminaristas mayores y menores

La Basílica de la Virgen de los Desamparados reanudará mañana, viernes, las vigilias de oración de jóvenes con el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ante la Mare de Déu, que se desarrollaron durante el pasado curso “con gran éxito de convocatoria y participación”, según ha indicado hoy a la agencia AVAN Óscar Benavent, presidente de la comisión de Infancia y Juventud del Arzobispado.

En la celebración de mañana, que se desarrollará a las 22 horas, los seminaristas del Seminario Mayor de Moncada y del Menor de Xàtiva colaborarán “con el acompañamiento musical”, ha añadido.

Este año, los encuentros “tendrán muy presente el Itinerario Diocesano de Renovación 2010-2014, por ejemplo, en la proclamación de lecturas”, con el fin de ayudar a los jóvenes también a “entrar y poder participar de esta renovación diocesana que se está llevando a cabo”, según Benavent.

Además, la iniciativa va a servir este curso de preparación para la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid en agosto de 2011.

Igualmente, las vigilias estarán presididas por un icono de Cristo bendiciendo, “que ha ido recorriendo los diferentes templos en los que se desarrollan así como diferentes campamentos juveniles desarrollados en la diócesis valentina este verano”, ha añadido.

Al igual que en la edición anterior, las vigilias se celebrarán durante todo el curso todos los primeros viernes de mes en la Basílica y los segundos viernes, en una parroquia distinta de la archidiócesis de Valencia. La segunda vigilia de esta edición se desarrollará en la parroquia Cristo Rey de Gandia el 8 de octubre.

Las vigilias fueron convocadas en octubre de 2009 por monseñor Osoro. Los encuentros comienzan con la exposición del Santísimo, la lectura de un salmo y la proclamación de una lectura vocacional. Después, el Arzobispo pronuncia una catequesis, tras la que se suceden peticiones, el rezo del Padre Nuestro y, finalmente, la bendición.

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