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El Ayuntamiento se ofrece a implementar el sistema de retorno de envases impulsado por la Conselleria

    El alcalde, Joan Ribó, ha ofrecido hoy a la Conselleria de Medio Ambiente que la ciudad de Valencia protagonice las primeras experiencias del sistema de recogida y retorno de envases que quiere impulsar la Conselleria, que pretende mejorar los niveles de reutilización de los materiales, incrementar el cuidado del medio ambiente e incluso incidir de manera positiva sobre el empleo.

    Así lo ha explicado Ribó esta mañana, al término de la reunión que ha mantenido con la consellera de Medio Ambiente y Cambio Climático, Elena Cebrián, en la que han tomado parte también la concejala de Medio Ambiente, Pilar Soriano, y el secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Julià Álvaro.

    El alcalde ha asegurado que el nuevo modelo de envases retornables conlleva tres ventajas en su aplicación: “Ventaja para la economía municipal, porque se reduce el gasto de recogida; ventaja para los pequeños comercios, que podrán tener una fuente adicional de ingresos, y ventaja en el campo del empleo”, ha añadido, “porque se pueden generar fórmulas que generen puestos de trabajo, como las cooperativas de personas recicladoras, por ejemplo, semejantes a las que existen en otros países”. Por ello, desde el Ayuntamiento se ha ofrecido a la Conselleria poder realizar alguna prueba en la ciudad antes de poner en marcha la nueva fórmula. “Es un sistema que ayuda a la limpieza, al medio ambiente, al pequeño comercio y al empleo”, ha subrayado el alcalde.

    La consellera Cebrián ha defendido esta propuesta en el marco de la política de residuos que se está impulsando, “dirigida a nuevas formas de gestión, una gestión excelente, y para alcanzar un modelo que cambie la imagen tan negativa de la Comunidad Valenciana en este campo por casos de corrupción, así como por incumplimientos de la normativa europea y propia en porcentajes de residuos, de vertederos…”.

    UN PROCEDIMIENTO SENCILLO

    El nuevo sistema parte de un planteamiento sencillo. Cada ciudadano recibe una compensación económica (que se ha fijado en 10 céntimos de euro) por cada lata o botella que devuelva al comercio. “Es el beneficio por reciclar”, ha explicado la consellera, que ha añadido que según el tipo de comercio de que se trate “se articulará una forma automatizada para la recogida; y el posterior sistema logístico de recogida, que acompaña al proceso: una cadena de actuaciones que hay que articular”. Por ello, desde la Conselleria se está explicando y recabando la información de todos los agentes que tienen que participar.

    Elena Cebrián ha explicado que, llegado el momento, el modelo se ha de implantar en toda la Comunitat Valenciana a la vez, pero ha agradecido “la oportunidad que propone el Ayuntamiento de Valencia de articular estas primeras experiencias, y poder contar con su colaboración para ir viendo cómo se articula el sistema, y ver también la reacción de los usuarios y cómo se va explicando”. Por su parte, el alcalde, Joan Ribó, ha expresado su satisfacción por esta propuesta “que no es un invento nuevo, sino que está establecida en algunos de los países más avanzados del mundo, tanto de Europa como de los Estados Unidos, y que se enmarca perfectamente en las directivas europeas”. “Es positivo”, ha añadido el primer edil, “porque se mejorará nuestro paisaje, ya que mucha gente que hasta ahora no reciclaba los envases lo hará al tener un retorno económico por él, y no lo dejará tirado en las calles o en la acequia”.

    En la actualidad, desde la Conselleria se están llevando a cabo los estudios técnicos preparatorios, y la previsión es que la legislación que regule el proceso pueda estar lista a finales de este año. Se prevé que el año que viene, 2017, sea de moratoria, con la finalidad de que se puedan ir ajustando todos esos sistemas, y la implantación definitiva será en 2018.

    “Es una propuesta importante, valiente, que necesita desarrollo normativo, y por ello estamos estudiando y hablando con agentes que son importantes para poner en marcha el sistema, entre ellos los ayuntamientos, pero también agentes de gestión de residuos, de distribución comercial, industriales…”, ha explicado la consellera. A preguntas de los periodistas, Cebrián ha afirmado que “no se cierran las puertas a nadie, pero todas las formas de gestión se pueden abrir a fórmulas más modernas, que ya están funcionando en otros lugares”. “Valorando lo positivo del sistema llevado a cabo por la entidad Ecoembes”, ha añadido, “continuamos dando pasos adelante”. La consellera ha pedido a dicha entidad que sea “más transparente en los datos que tiene, en pro de la colaboración y de la responsabilidad”.

    Tanto Ribó como Cebrián han señalado que esta línea de actuación se enmarca en un concepto que se impulsa desde la Unión Europea, la denominada economía circular, que se basa en la idea de “convertir el residuo en recurso, gestionar mucho mejor los flujos de materiales (cuya producción cuesta muchos recursos), y todo ello de manera más eficiente. Son las líneas de economía verde, que la propia UE va marcando: la generación de empleo, la generación de tecnologías y las nuevas formas de gestión de los materiales”.

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