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El Ayuntamiento atendió durante 2008 a cerca de 1.000 mujeres en programas específicos sobre prostitución

    Cerca de un millar de mujeres fueron atendidas a lo largo del pasado año en programas específicos sobre prostitución que el Ayuntamiento desarrolla en colaboración con las ONG Cáritas y Médicos del Mundo. Se trata de una iniciativa de apoyo, ante la situación de riesgo de exclusión social que vive el colectivo de personas que ejerce la prostitución en la ciudad.

    En el primer caso, se trata del programa integral denominado Jere-Jere, que desarrolla Cáritas en colaboración con el Ayuntamiento de Valencia, la Generalitat Valenciana y la Delegación del Gobierno. Esta iniciativa se centra en la atención a las mujeres que ejercen la prostitución callejera, y especialmente en las de procedencia subsahariana; entre éstas, destacan claramente las de origen nigeriano.

    Según ha explicado la Concejala de Bienestar Social e Integración, Marta Torrado, desde esta Delegación se tiene muy en cuenta que “la mayoría de estas mujeres comparten el drama de ser víctimas del tráfico con fines de explotación sexual, por lo que nuestro compromiso con estos programas está basado en el servicio integral que brindan, así como en el apoyo que ofrecen para que, quien lo desee, pueda salir de esta situación.”

    La memoria elaborada por Cáritas correspondiente al desarrollo de este proyecto en 2008 refleja datos positivos, como que 26 mujeres han dejado la prostitución y han regularizado su situación legal, consiguiendo cierta estabilidad económica y familiar.

    En cuanto al programa de la ONG Médicos del Mundo “Bus Solidari”, que también apoya el Ayuntamiento, se trata de una unidad móvil de asistencia que se desplaza a los puntos de la ciudad donde habitualmente se ejerce la prostitución, incluidos los locales de alterne. Los técnicos de la organización prestan atención sanitaria a las mujeres in situ, gracias a un equipo de profesionales y voluntarios. Su objetivo es mejorar las condiciones socio-sanitarias de las personas prostituidas que presentan graves situaciones de atención social, intervenciones educativas, divulgación de materiales informativos, medicina preventiva y talleres sobre salud, planificación familiar y prevención del sida.

    La mayoría de los casos atendidos en ambos programas, son mujeres extranjeras con edades comprendidas entre los 20 y los 35 años, siendo el grupo más representativo el del África Subsahariana, aunque es también significativo el colectivo de mujeres latinoamericanas y de la Europa del Este

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