Los arquitectos distinguen el edificio de Filosofía y Ciencias de la Educación por su estilo experimental e innovador en los años 50
El rector destaca la integración del espacio arquitectónico en la ciudad y en los usos docentes y de estudio
El Consejo Superior de Arquitectura de España ha entregado hoy jueves una placa distintiva a la Universitat de València por el edificio de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación (antigua Facultad de Derecho). El edificio se encuentra en el registro de la Fundación Docomomo Ibérico que destaca la experimentación en nuevos programas y formas así como el uso de nuevos materiales y tecnologías poco ensayados en edificios modernos que empezaron a construirse a partir de 1925. La entrega de la placa coincide con la celebración del Día Mundial de la Arquitectura.
El rector Esteban Morcillo ha inaugurado la placa distintiva y ha señalado que esta obra “es un ejemplo de una arquitectura que permite la reunión y la convivencia, la armonía entre urbanidad y espacios verdes, que favorece el encuentro de personas, la reunión y el libre intercambio de opiniones, reflexiones y expresiones”. El rector ha recordado las personas que han pasado por estas aulas y el confort del que han podido disfrutar con un diseño como el que el arquitecto Fernando Moreno Barberá planteó para este espacio de docencia.
Por su parte, la decana de Derecho, Elena Olmos, quien estudió en este edificio, ha expresado unas emotivas palabras de su paso por el centro tanto como alumna como cuando empezó de profesora. La vicedecana de Estudios de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación, María Jesús Perales, también se ha referido a la experiencia de los estudiantes de Filosofía y Ciencias de la Educación que ocuparon el espacio tras su restauración en el año 2000.
La antigua Facultad de Derecho fue construida entre 1959 y 1963 por el arquitecto ceutí Fernando Moreno Barberá. Fue el resultado de un antiguo proyecto urbano –la avenida de Valencia al Mar- y de una larga reivindicación de la Universitat de València que obtuvo un impulso decisivo tras la riada de 1957. En 1958 la junta de obras de la Universitat reclamó la construcción de uno o dos edificios para los estudios de leyes y filosofía y letras. La Facultad de Derecho (actual Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación) fue la primera en construirse y se inauguró en octubre de 1963.
El edificio es, según el presidente del Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia, Luis Sendra, y el decano del Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana, Rafael Durá, un ejemplo de artesana modernidad de raíz europea de los años treinta y cuarenta con influencias de Le Corbusier y Mies van del Roher, autores con gran influencia sobre el arquitecto Moreno Barberá.
El de Filosofía y Ciencias de la Educación es un edificio abierto, con diferentes volúmenes que se ajustan a las alineaciones de los dos calles que cierran la isla. Tiene un gran jardín de acceso y otro espacio abierto en la zona posterior donde se sitúa el Aula Magna. Sus fachadas tienen una gran diversidad constructiva. El diseño de los elementos interiores y exteriores, realizado por el mismo arquitecto, se completa con los paneles artísticos realizados por Javier Clavo.
El antiguo edificio ha sido restaurado y reformado para poder hacer frente a sus nuevos usos como Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación y está incluido, desde 1996, en el Registro Internacional Docomomo.
Docomomo es la sigla de Documentation and Conservation Building, Sites and Neighbourhoods of the Modern Movement y corresponde a la organización internacional creada en 1990, con el objetivo de inventariar, divulgar y proteger el patrimonio arquitectónico del Movimiento Moderno. La Fundación Docomomo Ibérico, con sede en Barcelona, coordina desde el año 1994 la consecución de estos objetivos generales aplicados en España y Portugal. En esta entidad participan casi todos los Colegios de Arquitectos así como entidades dedicadas a la divulgación de la Arquitectura de los dos países.
