La UCV acoge esta tarde la presentación del libro “La forma cristiana de educar”
Obra del vicerrector José Ignacio Prats, se presenta a las 19 horas
La Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir” (UCV) acogerá esta tarde la presentación de un nuevo libro titulado “La forma cristiana de educar” en el que su autor, el vicerrector de Profesorado y Formación Continua, José Ignacio Prats, enumera algunas de las claves como superar el egocentrismo, dirigir la formación al “corazón del hombre” y presentar un modelo “nítido” de vida propio.
La presentación de la obra, que tendrá lugar a las 19 horas, en el campus de San Juan y San Vicente, en la calle Jorge Juan, 18, contará también con la presencia del rector de la UCV, José Alfredo Peris, y los profesores de la UCV Eduardo Ortíz y Gracia Arolas.
Según indica José Ignacio Prats en su libro, el profesor debe enseñar algo más que metodología. “Si el maestro no posee una buena fundamentación antropológica estará formando a alumnos en una disciplina o habilidad pero no habrá educado a la persona completa”, ha añadido. Por eso, “ahí se dirige precisamente la formación cristiana, al corazón del hombre”.
El libro, editado por Edicep para la colección ‘Textos universitarios’, defiende la necesidad de que el cristiano “muestre sin ambigüedades su antropología o credo, pero sin imponerlos”, ante una sociedad en la que “el hombre está muy solo, abandonado y sigue modelos”.
Por ello, el autor propone que padres y maestros presenten el modelo de vida propio al hijo o estudiante. Según Prats, “en esta sociedad que se autodenomina adulta, en la que cada uno busca su verdad porque no existe ninguna, el hombre es arrastrado a una profunda fragmentación interna, se convierte en extraño a sí mismo y ello desemboca en una insatisfacción enorme”. Por esa razón, “debemos mostrar humildemente, pero sin ambigüedad la manera cristiana de vivir”.
“Lo más negativo, destructivo y ‘deseducativo’ de la sociedad de hoy es justamente la renuncia a la existencia de una verdad sobre el hombre, el mundo y la realidad y negándola, construimos siempre en falso”, ha asegurado.
El modelo cristiano de educación “parte de la peculiaridad de que en el educando no solo actúa desde fuera el educador sino que hay un “Maestro interior” que interviene la acción de Dios”. Este hecho “identifica al educador como un servidor del verdadero Maestro, variable que distingue la pedagogía cristiana del resto pues en esta no sólo educan las normas sino también la acción interior de la Gracia”, según el autor.
Igualmente, otra característica que define la forma cristiana de educar “es su objetivo final, la donación de uno mismo o superación del egocentrismo”. Por lo tanto, “todo aquello que constituyen conocimientos teóricos, conocimientos técnicos, formación en un campo específico, educación física y educación afectiva apuntará a un fin: que la persona sea capaz de hacer donación de sí misma”. Así, José Ignacio Prats apunta que “el peso definitivo de la personalidad no lo constituyen sus capacidades intelectuales, sino su capacidad de amar”.
Finalmente, “debemos señalar que la educación cristiana privilegia a la familia como el ámbito educativo primordial, donde experimenta el niño el amor gratuito reflejo del amor de Dios”, ha indicado.
El libro “La forma cristiana de educar” se basa, en gran parte, en el tratado de San Juan Crisóstomo sobre el matrimonio y la educación de los hijos y podría definirse como una síntesis del modelo cristiano de educación pensada especialmente para alumnos de Magisterio.
