elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Castellano
Per Jaume Vicent
A sangre fría - RSS

¡Manos arriba! Robando a los más pobres

    Recuerdo una escena en Mundodisco en la que, desde las sombras, una oscura figura pedía a un transeúnte borracho que levantara las manos. El pobre trompa, estupefacto, preguntaba por qué tenía que levantar las manos, a lo que esa voz, desde las sombras, le contestaba que era simple cortesía entre ladrón y víctima de robo. Una simple deferencia entre las dos partes, el atracador pide amablemente que uno levante las manos, y el atracado las levanta. Cortesía de la vieja escuela, oigan, ya ni esto nos queda.

    Los chorizos de ahora son menos educados, tal vez porque no tienen estudios, aunque lo más seguro es que se deba a su profesión, la política. Uno podría suponer que estos, engominados y con traje chaqueta, tendrían que ser ladrones de guante blanco, de maneras perfectas y educación exquisita. Siendo sinceros, en el resto del globo, las cosas son más o menos así, sin embargo, aquí el politiqueo está plagado de chorizos al más puro estilo Luis Candelas o el Vaquilla. Lo que vienen siendo tontos del ciruelo y poco más, y que me perdone Luis, allá donde esté.

    Aquí, en nuestra maravillosa comunidad, los tenemos a “puñaos”, como en el resto, supongo, pero es que aquí parece que tengamos a la puñetera flor y nata del saqueo descarado al contribuyente. Y no creo que los valencianos nos merezcamos esta casta vampiresca que tenemos.

    Comenzamos (mal), con aeropuertos que no funcionan (ni funcionarán), copas de vela y circuitos de fórmula uno que se cierran con pérdidas, a costa, eso sí, de los valencianos y valencianas que, en su mayoría, ni fueron invitados al “evento”. Pero es que la cosa no se queda ahí, qué va...ni mucho menos. Nos tenemos que tragar, quieras o no, uno de los mayores escándalos de corrupción de la historia de la democracia en España, y aquí nadie dice nada, nadie se queja.

    Pero es que, en el mayor ejercicio de abracadabra de la historia, estos fulleros cogen y nos cambian al “president”, sin despeinarse oiga, nada por aquí... Y todos nos quedamos muy quietecitos, a ver qué pasa. Nadie se plantea levantar la mano y preguntar: Oiga, ¿para estos cambios no hay que celebrar unas elecciones? No, no, todos calladitos, no vaya a ser que se queden con nuestra cara y nos suelten una colleja. Pues no lo entiendo...la colleja se la van a pegar igual...hagan lo que hagan.

    Bueno, pues si uno pensaba que las cosas iban a cambiar con el president nuevo, se equivocaba. De entrada, habría que repasar su paso por la alcaldía de Castellón y sus tejemanejes con asociaciones de vecinos, con cierres arbitrarios de locales de ocio, lo que supuso varios juicios contra el ayuntamiento por prevaricación y cierre indebido. Juicios que nunca salen, por h, por b o por tener una justicia podrida hasta la médula, lo que ustedes prefieran.

    Con este currículo se nos presenta el gran administrador. Y un buen día nos dice que tenemos que cerrar nuestra televisión, que nunca ha sido nuestra, ha sido siempre suya, y con la que nos hacían tragar lo que les daba la gana. Pero claro, llega un momento en que las conciencias te joden el sueño, algo que estos pintas no entienden, porque han demostrado que conciencia no tienen, ni tendrán. Y cuando los trabajadores dijeron basta, hasta aquí hemos “llegao”, cogió nuestro president y cerró el canal. Què t'ha paregut? Pues así nos quedamos la mayoría. Según sus palabras, cerraba Canal 9 para no cerrar hospitales ni escuelas.

    Un mes después de la clausura de un medio de comunicación que pagábamos todos (todos excepto él y su tropa, que encima eran los que hacían uso del medio), resulta que de los dicho “ná”. Y nos sale con privatizaciones, y externalizaciones de hospitales y servicios públicos. Y aquí no pasa nada oiga, todos calladitos.

    Por supuesto, la cosa no se iba a quedar ahí. Con la fuerza que le da nuestra cobardía, la última de la consellería de sanitat será quedarse con las 14 pagas íntegras de los ancianos ingresados en residencias dependientes de la Comunitat Valenciana. ¿Qué les parece? El colmo de la poca vergüenza.

    Robar un caramelo a un niño está mal, pero si el niño tiene mala baba te soltará un mordisco o una patada en la espinilla. Sin embargo, nuestros ancianos son los ciudadanos más indefensos. Ellos no tienen ningún medio para defenderse de esta clase de abusos.

    La consellería trata de aprobar una norma por la que cobrará 14 mensualidades a los ancianos ingresados en las residencias. Hasta ahora se cobraba 12 de las 14 pagas, cosa que ya me parece una verdadera salvajada, sin embargo, con las dos pagas restantes, los familiares tenían cierto (escaso) margen para comprar la ropa y medicamentos que no les cubre la residencia. ¿Cómo lo harán ahora para comprar a sus familiares aquello que necesitan? ¿Cómo lo harán si la mayoría de las familias valencianas tienen miembros en el paro?

    Hay una petición en marcha en Change.org para ayudar a las familias que sufren este acoso por parte de la Consellería. No podemos dejar que les roben tan descaradamente. No podemos permitir que una clase privilegiada, como la política, deje sin nada a los ancianos y los más necesitados. Hemos de luchar para que esto pare, hemos de hacer fuerza entre todos, y propiciar un cambio necesario en la dinámica de acoso y derribo que están llevandoa cabo nuestros políticos contra la sociedad.

    Por si les interesa, les dejaré aquí el enlace a la petición, creo que al menos deberían leerla: http://www.change.org/es/peticiones/generalitat-valenciana-no-se-queden-con-las-pagas-extra-de-los-ancianos-en-residencias#

    Elperiodic.com ofereix aquest espai perquè els columnistes puguen exercir eficaçment el seu dret a la llibertat d'expressió. En ell es publicaran articles, opinions o crítiques dels quals són responsables els mateixos autors en tant dirigeixen la seua pròpia línia editorial. Des d'Elperiodic.com no podem garantir la veracitat de la informació proporcionada pels autors i no ens fem responsables de les possibles conseqüències derivades de la seua publicació, sent exclusivament responsabilitat dels propis columnistes.
    Pujar