LA UNIÓ señala que aplazar la deuda del sector agrario sirve únicamente para prorrogar la agonía de un sector moribundo
LA UNIÓ considera imprescindible que las Administraciones implicadas hagan uso de las ayudas de “minimis” que ampara la Unión Europea
Para LA UNIÓ es vital que las Administraciones Públicas pongan en marcha un plan de refinanciación de la deuda que cuenta además con un marco legal en el que apoyarse como es el régimen de “minimis”, ayudas que Bruselas permite articular a los Estados miembro hasta 15.000 euros por explotación, en la línea de lo que ya han realizado otros países como Bélgica, Italia, Hungría y Lituania tras el visto bueno de la UE. Estas ayudas, junto a las directas que se puedan establecer, deben contribuir a condonar la deuda de dos años.
LA UNIÓ considera que, tras más de veinte encuentros celebrados hasta la fecha, ha llegado el momento de que tanto la cartera que dirige Elena Espinosa como quienes se están sentando al otro lado de la mesa de negociación cambien de una forma radical su forma de actuar y busquen soluciones de verdad para la tremenda crisis que están soportando los agricultores y ganaderos, dejando a un lado las bonitas palabras, las buenas intenciones y las declaraciones ante los medios de comunicación.
LA UNIÓ reclama también que paralelamente al proceso de negociación que se ha iniciado con el Gobierno central, la Conselleria de Agricultura establezca una mesa de concertación con las organizaciones profesionales agrarias y cooperativas de la Comunitat Valenciana con objeto de encontrar medidas en clave autonómica para salir de la crisis, tal y como se realiza ya en otras comunidades autónomas.
Josep Botella, secretario general de LA UNIÓ, señala que “los encuentros son por el momento una mera puesta en escena con muchas fotografías, pero muy pocos resultados y demanda que la Conselleria de Agricultura reúna urgentemente a todos los agentes del sector agrario para trabajar también desde nuestra óptica autonómica”. En este sentido Botella insiste en la “necesidad de concretar medidas que realmente sirvan a los profesionales del sector agrario valenciano y no de pura palabrería que cada vez menos agricultores y ganaderos se creen, cansados de promesas, mientras ven como sus explotaciones, poco a poco, se arruinan de tanto endeudamiento”.
