LA UNIÓ reclama al Ministerio de Industria que haga cumplir la normativa de etiquetado para garantizar el consumo de productos autóctonos
El consumidor debe tener toda la información sobre la procedencia de sus alimentos y elaboración
LA UNIÓ valora de forma positiva la defensa de los productos autóctonos realizada por el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, que ha instado a la población en general a consumir productos del país, concretamente a sustituir los 150 euros destinados a productos y servicios extranjeros por sus equivalentes autóctonos.
Aun así, LA UNIÓ alerta que, en el caso de los productos agrarios del país, para aumentar su consumo es necesario que el Ministerio de Industria garantice un correcto etiquetado de los alimentos para que los consumidores conozcan su origen. En este sentido, LA UNIÓ reclama al Ministerio de Industria que sea contundente en el cumplimiento de la normativa de etiquetado en los productos agrarios con objeto de que el consumidor pueda diferenciarlos en el mercado según su procedencia y, de esta manera, pueda hacer luego un consumo responsable.
LA UNIÓ considera que actualmente existen en la Comunitat Valenciana muchos puntos de venta dónde no se puede identificar correctamente el origen de las producciones, especialmente productos frescos como frutas y hortalizas y carnes. Por otra parte, LA UNIÓ opina que el Ministerio de Industria debería poner en marcha una campaña de promoción de los productos autóctonos para trasladar al consumidor la alta calidad y sostenibilidad de nuestras producciones. Además, es importante que el consumidor tenga constancia del papel del agricultor y ganadero como generador de puestos de trabajo.
LA UNIÓ ha solicitado en reiteradas ocasiones que el etiquetado de los productos alimentarios en la Comunitat Valenciana incluya información sobre si se han producido siguiendo las normativas de la Unión Europea o bien las de fuera (OMC y FAO). La producción agraria europea tiene el mayor estándar de calidad y seguridad alimentarias del mundo y su diferenciación ya se aplica obligatoriamente en la UE en productos como las frutas y hortalizas frescas, el vacuno de carne o la miel.
