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LA UNIÓ dice que los datos del aforo deben servir para aumentar los precios en el campo si se hacen bien las cosas

  • Critica que lo saque a escondidas y con una alarmante falta de datos

  • Ramón Mampel pide que “se extienda y fomente el uso del contrato porque crecen los comercios morosos”

LA UNIÓ de Llauradors señala que los datos del aforo de cítricos de esta campaña enviados anoche por la Conselleria de Agricultura a los medios de comunicación -que no al sector- deberían servir para un correcto desarrollo de la campaña y que los precios en campo aumentaran en relación a la pasada campaña.

El aforo refleja un ligero aumento del 8% respecto a la campaña anterior (11,26% aumento en Valencia, 8,19% en Alicante y un descenso del 2,61% en Castellón), aunque sigue sin conocerse el balance definitivo de la pasada. Se trata de una campaña con una producción normal que viene un poco más retrasada de lo habitual y que permitiría, si las condiciones climatológicas no lo impiden, abastecer convenientemente los mercados y que los productores obtuvieran un precio digno por su cosecha. La calidad es buena y las lluvias de agosto han sido muy beneficiosas ya que han hecho incrementar el calibre del fruto.

En este sentido LA UNIÓ demanda sentido común en todos los estamentos de la cadena citrícola para no entorpecer el correcto desarrollo de la campaña y que haya inspecciones tanto en almacenes como en campo a fin de evitar que ciertos operadores comerciales inicien la recolección sin que el fruto tenga la maduración suficiente y el índice de madurez y color adecuado para su comercialización. Una recolección sin los estándares adecuados en el principio de campaña puede ser negativa para la posterior evolución comercial de la misma.

Ramón Mampel, secretario general de LA UNIÓ, “reclama así una actitud profesional a los operadores comerciales y a los citricultores para que se cumpla y respete el estado óptimo de los cítricos y se evite el adelanto de la recolección de los cítricos que no cumplan con los requisitos de calidad establecidos. Los primeros envíos a los mercados europeos son claves”. Mampel afirma también que “debe extenderse y fomentarse el uso del contrato de compraventa porque sigue sin utilizarse y cada vez hay más casos de impagos que dejan en la más absoluta indefensión al agricultor. Pedimos por ello a los agricultores que se informen sobre la situación financiera de los compradores antes de vender”.

Primeros precios
En estos momentos el mercado está un poco parado y con pocos tratos, salvo en las variedades más tempranas y las mandarinas de más calidad y tamaño. Las cotizaciones de esos tratos son superiores a los de las mismas fechas de la pasada campaña, a excepción de la Navelina o la Satsuma Okitsu donde son ligeramente inferiores. El comercio está a la expectativa de la reacción de los mercados internacionales para comprar de forma generalizada. Mientras tanto los agricultores confían en precios mejores que la pasada campaña y por ello LA UNIÓ reclama “prudencia a la hora de vender para conseguir un precio adecuado”.

Un aforo con pocos datos
LA UNIÓ critica que la Conselleria de Agricultura prosiga con la tónica de las últimas campañas de publicar los datos del aforo muy tarde y con una escasez de datos, sólo da los globales y no detalla la previsión ni por variedades ni por comarcas.

El aforo debería ser un instrumento útil para ordenar las campañas, para realizar envíos escalonados a los mercados, para tratar de vender la cosecha de acuerdo a los datos existentes en cada variedad y territorio; pero al final se convierte para Conselleria en un puro trámite que solventa enviándolo a los medios de comunicación con “nocturnidad y alevosía”, tal y como ha hecho en anteriores ocasiones. La falta de concreción y transparencia no beneficia al sector.

Mampel señala que “no entendemos la opacidad y falta de transparencia de la Conselleria de Agricultura en el tema del aforo que resulta muy negativo para los agricultores porque no les permite saber las tendencias de producción de las distintas variedades para, en función de las mismas, orientar una posible reconversión de la explotación hacia variedades más rentables”.

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